Las víctimas murieron abrasadas por el fuego y asfixiadas por el humo cuando repentinamente «un cambio del viento» llevó las llamas hacia donde se encontraban.
Al menos siete personas murieron quemadas y asfixiadas el domingo último cuando combatían un incendio forestal cerca de Tegucigalpa.
El propio presidente hondureño, Manuel Zelaya, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vázquez, confirmaron a radio América de Tegucigalpa la muerte de las siete personas.
Las víctimas murieron abrasadas por el fuego y asfixiadas por el humo cuando repentinamente «un cambio del viento» llevó las llamas hacia donde estaba el grupo combatiendo el siniestro.
El general Vázquez dijo que las víctimas no han sido identificadas, aunque se confirmó que tres de ellas son militares.
El resto son jornaleros contratados por el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, según el funcionario de la institución René Sosa, quien añadió que hay un cuarto militar desaparecido.
El presidente Zelaya lamentó la tragedia y anunció que el Gobierno ayudará a los familiares de las víctimas.
EFE
