Sumohadi Marsis, miembro del comité organizador indonesio, explicó que ha habido un cambio en la ruta después de los sucesos de Estados Unidos, Francia y Reino Unido y admitió que hay preocupación por la seguridad.
Indonesia anunció hoy que ha decidido recortar de forma drástica el recorrido de la antorcha olímpica por las calles de la capital, Yakarta, para evitar las protestas pro-Tíbet sucedidas en algunas ciudades de países occidentales.
Sumohadi Marsis, miembro del comité organizador indonesio, explicó que ha habido un cambio en la ruta después de los sucesos de Estados Unidos, Francia y Reino Unido y admitió que hay preocupación por la seguridad.
La antorcha olímpica tenía previsto, en un principio, recorrer el próximo 22 de abril unos 15 kilómetros en Yakarta, saliendo del Ayuntamiento y pasando por el barrio chino antes de finalizar en la plaza del Monumento Nacional, en el corazón de la metrópolis, según los medios locales.
El nuevo recorrido anunciado hoy se reduce a un paseo alrededor de un estadio de deportes y contará con un dispositivo de seguridad de alrededor de 1.500 policías.
Desde que la antorcha olímpica comenzó su andadura a través de veinte países y 137.000 kilómetros, los activistas protibetanos han aprovechado la ocasión para denunciar las presuntas violaciones de los derechos humanos del régimen chino el Tíbet, territorio que China se anexionó en 1950.
Los últimos incidentes se han producido en la ciudad estadounidense de San Francisco, donde la ruta fue alterada en el último momento para evitar las protestas. En Londres fueron arrestados decenas de manifestantes y en París, los organizadores se vieron obligados a apagar la llama en cinco ocasiones.
El pasado 31 de marzo, unas 200 personas, en su mayoría monjes budistas y activistas, se manifestaron frente a la Embajada de China en Yakarta en protesta por la represión china de la última revuelta tibetana y exigieron que Pekín dialogue con el Dalai Lama para encontrar una salida al conflicto.
Desde el pasado 10 de marzo, religiosos secundados por la población civil se han levantado en el Tibet para recordar el aniversario de fracasada rebelión contra las autoridades chinas de 1959, que provocó el exilio del Dalai Lama.
Las revueltas se saldaron, según Pekín, con 19 muertos y, según los tibetanos en el exilio, con más de 140.
EFE
