«Lo que sí estamos claros es que, uno de los elementos de vinculaciones entre servicios de Inteligencia norteamericanos (CIA) y los servicios de Inteligencia en Ecuador y América Latina, pasa por los apoyos económicos», señaló el secretario de Defensa, Javier Ponce.
El ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, que asumió el cargo el pasado jueves en medio de la crisis diplomática con Colombia y denuncias contra los servicios secretos del país, aseguró que intentará reorientar la mirada de las Fuerzas Armadas hacia el sur del continente.
Aunque no precisó si eliminará la formación que muchos militares ecuatorianos reciben con la cooperación estadounidense, Ponce señaló al diario El Universo que, a su criterio, «es necesario reorientar esa capacitación».
Según el ministro, se deben «buscar formas de colaboración y capacitación en países del sur, e incluso en la Unión Europea», para dejar la dependencia de Estados Unidos.
Ponce, periodista y escritor, asumió el despacho de Defensa, después de que el jefe del Estado ecuatoriano, Rafael Correa, retirara de la cartera a Wellington Sandoval, así como a la mayoría de integrantes de la cúpula militar.
Esos cambios obedecieron a las denuncias que Correa formuló en el sentido de que los servicios secretos del país estaban «infiltrados» por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU.
El relevo de la cúpula militar también se dio en medio de la tensión diplomática con Colombia, surgida a raíz de un ataque de ese país, el pasado 1 de marzo, contra un campamento que la guerrilla de las FARC había instalado clandestinamente en Ecuador.
En ese operativo fallecieron al menos 26 personas, entre ellas el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «Raúl Reyes», el ecuatoriano Franklin Aisalla y cuatro mexicanos.
Según Correa, los servicios de Inteligencia militar de su país, supuestamente, entregaron información a la CIA y esta, a su vez, a Colombia, antes de proporcionarla al propio gobernante, que es también el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Ponce indicó que el objetivo actual es hacer «un análisis sincero y frontal de cómo se puede estar manifestando en las Fuerzas Armadas la penetración de organismos de inteligencia suprarregionales, en este caso concreto de la CIA».
Ese proyecto será impulsado por el Ejecutivo para que sea analizado por la Asamblea Constituyente, que redacta la nueva Carta Magna del país, precisó el ministro.
El cambio «también pasa por reorientar la mirada de las Fuerzas Armadas hacia el sur. Recoger la tesis que mantiene más de un país que es la constitución de un sistema regional de Defensa», añadió Ponce.
«Lo que sí estamos claros es que, uno de los elementos de vinculaciones entre servicios de Inteligencia norteamericanos (CIA) y los servicios de Inteligencia en Ecuador y América Latina, pasa por los apoyos económicos», señaló el ministro.
Dijo, además, que el hecho de que un importante sector de los oficiales del país se forme en EE.UU. «hace inevitable que las concepciones estratégicas norteamericanas» penetren en éstos y en sus concepciones de seguridad e inteligencia.
«No satanizamos los convenios (de capacitación militar con EE.UU.), pero sí creemos que es importante ponerlo sobre la mesa y discutir qué está más allá de esos convenios», consideró Ponce.
No obstante, advirtió de que la reestructuración podría ser difícil, pues, a su juicio, «hay corrientes internas» en las Fuerzas Armadas que pueden generar «remolinos».
EFE
