El ex mandatario (1990-2000) es procesado por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde murieron 25 personas en total, y por el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer, en 1992.
El ex presidente peruano Alberto Fujimori reveló a los jefes militares su decisión de dar un «autogolpe» de Estado dos días antes de ejecutarlo, el 5 de abril de 1992, declaró este miércoles el ex comandante general de la Segunda Región Militar, José Valdivia.
Fujimori convocó a su entonces asesor Vladimiro Montesinos, los ministros de Defensa e Interior, los jefes de los institutos armados y de la Policía, así como del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), entre otros personajes, dijo Valdivia durante una audiencia del juicio que se sigue al ex gobernante por violaciones a los derechos humanos.
El ex mandatario (1990-2000) es procesado por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde murieron 25 personas en total, y por el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer, en 1992.
El general Valvidia, ex jefe político-militar en Ayacucho, la región donde estalló la violencia de Sendero Luminoso en 1980, agregó que la reunión se celebró en la casa del general Nicolás Hermoza, entonces jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Según su declaración, Fujimori explicó a los militares la «complicada situación» por la que atravesaba el país, por la violencia terrorista, y su decisión «de cerrar temporalmente el Congreso de la República y (ordenar) la reestructuración del Poder Judicial», entre otras medidas.
El testigo dijo no haber visto algún documento con la «orden» de dar el autogolpe, ni alguna directiva para detener a los opositores, entre ellos al actual presidente Alan García, que tuvo que escapar de su casa por los techos cuando los militares intentaron detenerlo.
Durante la sesión, el presidente de la sala, César San Martín, llamó hasta tres veces la atención al Fiscal Supremo adjunto, Avelino Guillen, por su actitud frente a Valdivia.
Guillén, quien en anteriores oportunidades se mostró desafiante frente a Fujimori y hasta le exigió que se sentara correctamente, hizo comentarios sarcásticos contra el ex general Valdivia.
San Martín le recordó a Guillén que Valdivia acudió como testigo y no como acusado, e insistió en que se centre en los hechos relativos al juicio a Fujimori, quien apareció por momentos somnoliento.
Al término de la sesión, el ex presidente pidió la palabra para explicar que las labores de «acción cívica» realizadas por el Ejército en las universidades estatales tenían la finalidad de «liberar» a los estudiantes de la presencia de Sendero Luminoso.
Una de las matanzas por las que es procesado se cometió en la universidad limeña La Cantuta, donde nueve estudiantes y un profesor fueron sacados en medio de la noche por el grupo militar encubierto Colina y asesinados en un descampado a las afueras de la capital.
Fujimori dijo, además, que su relación con el Comando Operativo del Frente Interno (COFI), formado por los jefes de las fuerzas armadas, era únicamente política.
La justicia peruana ratificó el martes último la condena de seis años de prisión para el ex presidente y el pago de 400.000 nuevos soles (133.000 dólares) de reparación civil, por el allanamiento ilegal, en el año 2000, de la vivienda de la esposa de Montesinos.
EFE
