«Me pongo a disposición de lo que haga el Vaticano, creo que hay varias opciones; no soy quien para aconsejar qué decidir, creo que ellos lo saben muy bien», insistió Lugo, aunque advirtió que ahora se presenta un nuevo escenario.
El ex obispo y próximo presidente de Paraguay, Fernando Lugo, confesó este lunes que prefiere «una salida de consenso» con el Vaticano, que lo suspendió «a divinis» en 2007 por renunciar a su estado clerical.
Lugo, de 56 años y quien fue sancionado de ese modo tras pedir en la Navidad de 2006 la reducción al estado laical, se impuso con una ventaja de diez puntos sobre la candidata oficialista, Blanca Ovelar, según los cómputos oficiales.
«Yo prefiero seguir perteneciendo a esta iglesia, que tanto amo, y al mismo tiempo buscar una salida de consenso que puede beneficiar a todos y, sobre todo, al pueblo paraguayo», dijo Lugo en entrevista con medios españoles.
El ex clérigo, que encabeza una coalición opositora integrada por partidos y grupos de diversas ideologías, en su mayoría de izquierda, dejó entrever que quiere evitar un castigo severo como lo sería la excomunión.
«Me pongo a disposición de lo que haga el Vaticano, creo que hay varias opciones; no soy quien para aconsejar qué decidir, creo que ellos lo saben muy bien», insistió Lugo, aunque advirtió que ahora se presenta un nuevo escenario.
En ese sentido, aseguró que la Santa Sede deberá decidir una nueva situación «que se da con un obispo rebelde suspendido a ‘divinis’, pero al mismo tiempo obispo electo presidente de la República».
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal (CEP), Ignacio Gogorza, sostuvo que el caso de Lugo no tiene antecedentes cercanos y aclaró hoy que la situación del ex obispo «depende directamente» del papa Benedicto XVI.
«Lugo es presidente, legítimamente elegido; eso no lo podemos negar, la Iglesia acepta, ahora cual va a hacer la situación de él como persona con respecto a la Iglesia, eso ya depende del papa», refirió Gogorza.
El presidente de la CEP, de nacionalidad española, reiteró que en la historia contemporánea de la Iglesia Católica «no hay ninguna figura jurídica que hable de la reducción del estado laical de un obispo».
Con relación a unas declaraciones de Lugo en las que éste ha afirmado de que querría volver a la disciplina tras completar su mandato, en el 2013, Gogorza admitió que «se puede dar», para lo cual la Iglesia «verá su situación y tendrá que pasar por un tiempo de penitencia en caso de ser aceptada (su vuelta)».
EFE
