El hombre mató a golpes a su padre motivado por la codicia y cuatro años después estranguló a su madre.
Un agricultor alemán, que mató a sus padres y dio de comer a sus cerdos el cadáver de un anciano que trabajó en su granja, fue condenado este lunes a cadena perpetua por la Audiencia Provincial de Kassel, en el centro de Alemania.
El tribunal consideró probado que el hombre, que actualmente tiene 32 años, mató a golpes a su padre en el año 2000 motivado por la codicia, y cuatro años después estranguló a su madre.
En el caso del padre, el condenado simuló un accidente con una vaca y la muerte de la madre quiso presentarla como un deceso natural.
Esos dos asesinatos salieron a la luz cuando se descubrió que además había alimentado a sus cerdos con el cadáver descuartizado de un antiguo trabajador de la granja ya jubilado al que presuntamente también había matado.
Los jueces determinaron que la culpabilidad del hombre tiene un carácter especialmente grave, lo que dificulta que obtenga beneficios penitenciarios tras 15 años de cárcel.
Los abogados de la defensa anunciaron que pedirán la revisión del juicio porque considera que en ninguno de los dos casos hay suficientes pruebas para una condena por asesinato.
