William Earl Lynd murió por una inyección letal el pasado día 6 en el penal de Jackson, estado de Georgia, lo que supuso la primera ejecución desde el 25 de septiembre pasado.
La Unión Europea lamentó hoy «profundamente» la reanudación de las ejecuciones en Estados Unidos, después de más de siete meses sin cumplimiento de sentencias de muerte.
William Earl Lynd murió por una inyección letal el pasado día 6 en el penal de Jackson, estado de Georgia, lo que supuso la primera ejecución desde el 25 de septiembre pasado.
«La Unión Europea lamenta profundamente que William Lynd fuera ejecutado», señala un comunicado de la presidencia eslovena de turno.
Recuerda que los embajadores de los países comunitarios en Washington pidieron el pasado día 2 a las autoridades del estado de Georgia que perdonaran la vida del reo.
«Lamentablemente, las peticiones de clemencia en el caso de Lynd fueron rechazadas y una apelación posterior ante el Tribunal Supremo de Georgia tampoco tuvo éxito», añade la nota.
Antes de la de Lynd, la última ejecución en EEUU se realizó en Texas el 25 de septiembre del año pasado, el mismo día en que el Tribunal Supremo accedió a considerar los casos de dos condenados a muerte en Kentucky que aseguraron que la inyección letal era un castigo cruel e inhumano y, por lo tanto, anticonstitucional.
El Supremo rechazó en abril ese argumento, con lo que abrió una vez más la puerta al uso de la inyección letal como método para aplicar el castigo.
Con la de Lynd son ya 1.100 las ejecuciones realizadas en EEUU desde que el Tribunal Supremo restableció el cumplimiento de las sentencias de muerte, en 1976.
