El Ejecutivo ha denunciado insistentemente que todas las acciones de protestas de la oposición están dirigidas a derrocarlos con un golpe civil, lo cual, dijo hoy Morales, fracasó porque las Fuerzas Armadas actuaron para proteger la unidad del país.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este sábado que si los prefectos (gobernadores) opositores del Gobierno no aceptan firmar mañana su propuesta para poner fin a la crisis del país pasarán a ser «enemigos de las autonomías».
El gobernante se reunirá el domingo en la ciudad central de Cochabamba con los nueve gobernadores del país, cuatro de los cuales, los de Santa Cruz, Tarija, Beni y Chuquisaca, reclaman un régimen autonómico para sus regiones.
En la localidad de La Asunta, en la zona del trópico de La Paz, Morales anunció que planteará de nuevo en la mesa de diálogo un acuerdo para «garantizar la unidad» de Bolivia y las autonomías, aunque sobre este punto las visiones del Ejecutivo y los prefectos difieren.
Según el mandatario, las autonomías deben ser «para los pueblos, no para las logias» y estar dentro de la ley y del marco constitucional y no como, a su juicio, han pretendido hacer los prefectos opositores mediante referendos «ilegales» y con protestas violentas como las ocurridas el pasado mes de septiembre.
«Si algún prefecto no firma esta propuesta del presidente, del Gobierno nacional para garantizar las autonomías, sólo puedo pensar que será enemigo de las autonomías departamentales, de las regionales y enemigo de las indígenas», dijo Morales.
Los gobernadores opositores reivindican un régimen de autogobierno por departamentos frente al proyecto constitucional del oficialismo, que los autonomistas rechazan por centralista.
El texto de Constitución que impulsa Evo Morales contempla cuatro niveles de autonomía: la departamental, la regional, la municipal y la indígena.
Uno de los asuntos de fondo de la confrontación política entre Gobierno y autonomistas es fijar los niveles competenciales de los departamentos y, sobre todo, los recursos económicos para financiarlos.
Según el Gobierno, en las mesas de diálogo abiertas en Cochabamba se han producido acuerdos preliminares sobre el tema autonómico hasta en un 90 por ciento de los puntos de discrepancia.
Morales pretende concluir mañana la negociación con los prefectos aunque las autoridades regionales han señalado que irán a Cochabamba pero para intentar salvar el diálogo nacional porque, según dicen, el Ejecutivo está tomando medidas para perjudicar el acercamiento.
En este proceso de diálogo, que inició hace dos semanas, Gobierno y opositores tratan de cerrar convenios definitivos sobre el referendo para validar el proyecto de Carta Magna impulsado por Morales, las autonomías que demandan los prefectos y el reparto de los ingresos petroleros entre el Estado y las regiones.
A mediados de esta semana, los gobernadores dieron por suspendidas las negociaciones ante lo que consideran un clima de «persecución» contra los líderes y activistas de la causa autonomista, a los que el Ejecutivo acusa de terroristas por haber participado en atentados contra gasoductos, entre otros objetivos.
El Ejecutivo ha denunciado insistentemente que todas las acciones de protestas de la oposición están dirigidas a derrocarlos con un golpe civil, lo cual, dijo hoy Morales, fracasó porque las Fuerzas Armadas actuaron para proteger la unidad del país.
EFE
