La nota fue divulgada, según dice el propio texto, después de una conversación del presidente Álvaro Uribe con el fiscal general, Mario Iguarán, quien confirmó al mandatario que todavía no se ha establecido si los jóvenes murieron en combate.
El Gobierno colombiano aclaró este miércoles que la Fiscalía no ha corroborado aún la afirmación del Ejército de que los 23 jóvenes desaparecidos en enero pasado y cuyos cadáveres fueron hallados recientemente cerca de la frontera con Venezuela murieron en un combate.
Un comunicado difundido por el Ejecutivo en Bogotá insiste en que «es sólo la Fiscalía General de la Nación la que debe adelantar esta investigación» y que «el Presidente de la República reitera que su único propósito es promover la verdad».
La nota fue divulgada, según dice el propio texto, después de una conversación del presidente Álvaro Uribe con el fiscal general, Mario Iguarán, quien confirmó al mandatario que todavía no se ha establecido si los jóvenes murieron en combate.
El martes, Uribe había señalado que el fiscal general «aseguró que los jóvenes desaparecidos de Soacha (centro) fueron dados de baja en combate».
Iguarán, sin embargo, refutó al gobernante unas horas más tarde y dijo que «por el momento la Fiscalía no puede afirmar, no puede anticipar que fueron muertos en combate» los 23 jóvenes que desaparecieron en enero pasado.
Sus cadáveres fueron exhumados de unas fosas en el departamento de Norte de Santander (nordeste), donde habían sido sepultados el mismo mes de enero.
Según Uribe, los jóvenes al parecer fueron reclutados por un grupo de delincuentes.
«No fueron a recoger café, iban con propósitos delincuenciales y no murieron un día después de su desaparición, sino un mes más tarde», sostuvo el presidente el martes.
La mayoría de las víctimas dijeron a sus familiares, antes de desaparecer, que iban a trabajar en unas fincas.
EFE
