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Atria: volver a los principios socialistas

Benjamín Gajardo
Por : Benjamín Gajardo Profesor ayudante de derecho constitucional y filosofía Universidad Andrés Bello
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A propósito de la disposición presidencial expresada por Fernando Atria, y de la instalación de la frase “volver a las ideas”, es necesario para aquellos que tienen un compromiso con la izquierda reflexionar sobre tales acontecimientos, más allá de las victorias o fracasos electorales; de este modo, una reflexión que supere las estrategias electorales de la izquierda por alcanzar el poder.

James Otterson, director del Departamento de Filosofía de Alabama, publica en el año 2014 un importante libro titulad The End of Socialism, trabajo que sentenciaba, con mucho optimismo, el fin del socialismo; en sus palabras, la sociedad socialista no se puede realizar ni tampoco es una buena sociedad, es decir, el socialismo no es factible ni deseable. Tales letras son escritas en un contexto en donde la palabra “socialismo” parece haber quedado olvidada, ante el aparente éxito del modelo capitalista.

Sin embargo, ante el autoproclamado éxito del modelo, este ha mostrado su despreocupación y desdén por la justicia, desventajados y excluidos; particularmente en Chile hemos sido testigos de estas  consecuencias, a saber, las condiciones laborales, el modelo de seguridad social, educación, salud, acceso a los cargos públicos entre otras.

Ante el presente escenario, la “izquierda” se ha levantado, agrupado, separado y reagrupado, ofreciendo críticas al modelo hegemónico, pero ha sido incapaz, en general, de articular de modo cohesionado algo más que la denuncia a las consecuencias negativas de dicho modelo, hecho dado por las constante tensiones y divisiones que ella ha sufrido. Las causas de lo anterior son diversas y variadas, pero, en esta ocasión, reflexionaré sobre una en particular: la primacía de la estrategia sobre los principios.

El presente hecho deviene en la probable y eventual disociación de grupos que discrepan en ideas y principios fundamentales como igualdad, justicia, fraternidad y, básicamente, en la forma de comprender la sociedad. De modo que no basta la mera empatía con la igualdad para definirse de izquierda, sino que es necesario precisar ¿qué tipo igualdad es demandada por la izquierda?, ¿qué tipo de justicia social se busca?, ¿cuánta desigualdad es admitida por una sociedad socialista?

[cita tipo= «destaque»]Así las cosas, lo relevante de lo acontecido con Atria no está en su posibilidad de vencer, sino en el discurso comprometido para la izquierda y su moraleja: debemos volver a los principios socialistas. Un llamado que, tanto aquellos comprometidos con ideales de igualdad y justicia robustos que se encuentran fuera del pacto como aquellos que están dentro, debemos escuchar.[/cita]

Fernando Atria, académico y militante de la facción de izquierda del Partido Socialista, ha manifestado recientemente su disposición a contribuir a la discusión sobre la izquierda, acusando  que está dispuesto a “cualquier oportunidad para contribuir a la discusión”, siendo una candidatura presidencial una de ellas. Ahora bien, más allá de los límites propios que puede tener como candidato o sus reales posibilidades de victoria electoral, una reflexión seria y provechosa, para la izquierda, debe superar estos primeros vientos de derrota que muchos ya se muestran impacientes por invocar.

Atria, dentro de sus prematuras intervenciones desde la entrevista a El Mercurio, ha sostenido y argumentado asuntos importante para la izquierda, los cuales pueden ser resumidos, con peligro de reducción, en un núcleo: la importancia de discutir las ideas, los principios de izquierda, y desde allí articular propuestas y diseños. En este sentido, Atria nos recuerda que parte del Partido Socialista es mucho más de lo que es hoy, que contiene una larga y rica tradición de pensadores comprometidos con ideales fuertes de justicia e igualdad, entre ellos Eugenio González, Carlos Lorca, Orlando Letelier, Julieta Kirkwood y Salvador Allende (en nuestros días utilizado como figura estética más que política).

El tono de la propuesta es similar a la hiciera Gerald Cohen, destacado filosofo marxista (o socialista), al Partido Laborista en tiempos Thatcher. Cohen reclamaba la importancia de discutir y retornar a los principios socialistas para poder distinguirnos y saber por dónde debemos transitar; en sus palabras: “Necesitamos de los valores socialistas fundamentales que apuntan a determinadas formas de sociedad, a miles de kilómetros del horizonte de las posibilidades actuales, para defender cada kilómetro de terreno ganado y ponernos en campaña para intentar recuperar cada porción de lo perdido” (2001). De esta manera, la necesidad de discutir nuestros fundamentos deben ser una prioridad en tiempos en que las credenciales de izquierda son acuñadas o apropiadas por cualquier política, reforma o personas o las constantes caricaturas de ideas o propuestas que supuestamente la izquierda defendería.

Así las cosas, lo relevante de lo acontecido con Atria no está en su posibilidad de vencer, sino en el discurso comprometido para la izquierda y su moraleja: debemos volver a los principios socialistas. Un llamado que, tanto aquellos comprometidos con ideales de igualdad y justicia robustos que se encuentran fuera del pacto como aquellos que están dentro, debemos escuchar.

Finalmente, y contra lo sostenido por Otterson (y por muchos otros), Cohen afirma con convicción: “Es imposible que el ideal del socialismo no vuelva a visitar la historia humana, porque el atractivo que ejerce la cooperación y la igualdad es demasiado obvio como para ser negado. La atracción de tales valores es tan fuerte que uno puede estar seguro de que existirán renovados intentos por realizarlos”(2001). Por lo tanto, una izquierda comprometida podrá perder elecciones, pero no perderá en la batalla de ideas por una sociedad más justa e igualitaria.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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