Opinión
A raíz de la situación que vive el país nos encontramos frente a un período de desaceleración económica, donde ya se han observado y se esperan bajas en los niveles de venta y de producción. Esto, sin duda, afecta a una gran cantidad de empresas, especialmente las micro, pequeñas y medianas, que cuentan con menos recursos para sortear los períodos de menor actividad. Asimismo, genera un considerable nivel de incertidumbre en los empresarios Pyme respecto de la sustentabilidad y futuro de sus empresas.
Para mitigar esto, una alternativa interesante de evaluar por parte de los empresarios es el e-commerce o venta de productos o servicios a través de canales digitales. Una empresa puede vender en línea a través de su propio sitio web, lo que se conoce como una tienda virtual, o utilizando alguna plataforma de marketplace que permite subir la oferta de productos a sitios administrados por empresas externas, las que se reúnen con las ofertas de otras, muy similar a lo que sería un supermercado virtual. Estos canales son muy cómodos para los clientes, ya que no tienen que desplazarse para comprar y además funcionan 24 horas los 7 días de la semana. Por otro lado, pueden significar una eficiencia importante en costos para la empresa, pues no se requiere gestionar una tienda física.
En nuestra experiencia en COMPITE hemos visto cómo empresas que han debido cerrar tiendas por haber sido víctimas o estar cerca de focos de violencia en el actual contexto de crisis social que vive el país, han logrado revertir su situación mediante la creación de tiendas virtuales o ejecución de campañas de marketing digital.
Existen plataformas de e-commerce que permiten a una compañía crear su propia tienda en línea y gestionar su oferta de productos, órdenes de compra, pagos entre otras opciones. Las hay en versiones gratuitas o pagadas, siendo las más conocidas: Shopify, Bigcommerce, Woo Commerce, Presta Shop y Fenicio. Los sitios de marketplace más conocidos en Chile son: Mercado Libre, Falabella Marketplace, Yapo, Linio y Mercado Ripley, Facebook Marketplace y Groupon.
La receta de un buen e-commerce es que tenga buen posicionamiento, que el uso sea muy amigable para que los clientes no se pierdan al comprar. Que sea veloz y cargue muy rápido fotos e información para no tener rebote. Que cuente con la automatización para procesar pedidos y boletas electrónicas automáticamente y que tenga un equipo de soporte que ayude con las dudas, problemas y escalamientos que pudiera tener un cliente durante su experiencia de compra.
Con todo, el principal desafío que hoy enfrentan las empresas es sortear esta etapa de menor actividad sin perder la capacidad de recuperación futura, mitigando lo más posible las pérdidas en ventas y en capacidad de producción, sin evaporar el patrimonio de los dueños, a la vez de cuidar el empleo y la productividad y seguridad del personal. Esto exige ser creativos y que los dueños y ejecutivos aprendan sobre las oportunidades que las nuevas tecnologías les entregan a sus organizaciones.
