Opinión
Convencidas y convencidos de la urgencia e importancia en avanzar a un nuevo proceso constituyente, las y los alcaldes de todos los sectores políticos -pertenecientes a la Asociación Chilena de Municipalidades-, hemos concluido que la experiencia de los territorios, la voz de los espacios locales y la capacidad de participación instalada a nivel Municipal deben ser consideradas en la redacción de la nueva Constitución.
Hoy, y al igual que en los meses posteriores a la revuelta popular de octubre de 2019, debemos ponernos a disposición para encontrar una salida democrática a la grave crisis política y social que vivía (y vive) Chile. En ese momento desarrollamos una consulta comunal de alcance nacional e innumerables cabildos con una altísima participación a lo largo de todo el territorio nacional. El escenario de hace tres años no dista mucho del actual, la desigualdad y la pobreza han aumentado, esto agravado en el marco pandémico, los abusos siguen intactos (mercado del gas licuado de petróleo sigue intacto) y la corrupción parece no parar (ver caso Karen Rojo o Virginia Reginato). Nuestra tarea hacia el plebiscito de salida fue severamente cuestionada por Contraloría General de la República, las Municipalidades deben ser actoras en este nuevo proceso, pues las crisis de la democracia solo pueden resolverse con más y mejor democracia, con más y mejor participación; si algo sabemos es de diálogo y construcción de acuerdos.
Cerro Navia, la comuna que me ha hecho el honor de representar desde 2016, se caracteriza por tener uno de los más altos índices de población empobrecida de nuestro país, y que sobrevive diariamente a las brechas salariales, sociales y culturales que la Constitución actual perpetúa. Sabemos que solo un Estado social, democrático, ecológico y de derechos dotará a nuestras vecinas y vecinos de herramientas para desarrollarse en entornos saludables, superar el empobrecimiento, y ser felices junto a sus familias.
Lo que envolvió al reciente proceso constitucional requerirá de tiempo para ser analizado, pero las necesidades y urgencias de la ciudadanía no pueden seguir esperando.
Construyamos con la participación desde abajo hacia arriba, sí, desde las comunas, con todas y todos, una nueva propuesta constitucional.
