Opinión
¿Seguirán rodando nuevas cabezas?
El papayo es un árbol cuyos frutos han hecho históricamente famosa a la Región de Coquimbo por su estructura singular como venida de otro planeta. Su fruto preparado en almíbar o deshidratado resulta ser muy agradable. Sin embargo, en épocas pretéritas se usó el concepto de “apapayarse” que equivalía a un pensar cansino, dando a entender que las decisiones se tomaban con calma o siguiendo el refrán popular “se cae de maduro”.
De un tiempo a esta parte, la velocidad de reacción ha cambiado considerablemente y vemos con cierta preocupación una serie de escándalos asociados a maniobras similares a las ocurridas recientemente en los municipios de Vitacura, Santiago o las mismas fundaciones en el Ministerio de Vivienda, gestados en la región de los cielos más límpidos del hemisferio, movilizando a la Contraloría, al Ministerio Público, al Consejo de Defensa del Estado y al Servicio de Impuestos Internos, por afectar al erario nacional con fraudes, cometidos muchas veces por servidores públicos.
En consecuencia, resulta preocupante constatar que, tan solo durante el primer trimestre del año, se inició el juicio oral en contra de un exjefe de fiscalización por evasión tributaria, lavado de activos y espionaje informático por hechos ocurridos entre abril de 2014 y marzo de 2019, generando la oportuna reacción del SII al presentar una querella en contra de los dueños y representantes de inmobiliarias locales, antecedentes investigados por una fiscal de Valparaíso nombrada por el ex Fiscal Nacional Jorge Abbott, por la presunta venta con millonario sobreprecio de seis bienes raíces por el Gobierno Regional del Gobierno anterior, que iban a ser invertidos para construir y habilitar un nuevo recinto deportivo.
Según la información recopilada en su oportunidad por la Fiscalía Anticorrupción de la Región de Valparaíso, los representantes de las inmobiliarias señalaron como autor de Planificación Tributaria y su implementación a un reconocido abogado y asesor tributario de la Región de Coquimbo, hechos que desencadenaron la presentación en La Serena de una querella por el presunto delito de presentar declaraciones tributarias maliciosamente falsas.
Lo interesante desde la óptica de la persecución de la corrupción es que, por vez primera, después de un largo periodo, el SII se querella en contra de un asesor tributario y docente universitario, lo que pareciera extraerse de las declaraciones del subdirector Jurídico Marcelo Freyhoffer, quien señaló en mayo pasado que “lo que buscamos con este tipo de acciones es entregar un mensaje. Nadie debe afectar el desarrollo de nuestra sociedad al no pagar sus impuestos. Con esto además buscamos un efecto ejemplificador, que desincentive a otros a cometer delitos”.
Sin embargo, recientemente la noticia ha inflamado la opinión pública con nuevos casos de corrupción, obligando a dejar su cargo el jefe de recaudación de Grandes Contribuyentes del Servicio de Impuestos Internos, medida necesaria luego de aprobarse hace pocos meses una nueva Ley de Delitos Económicos que amalgama más de 200 crímenes de cuello blanco con sanciones de multas diarias, comiso de ganancias y poda de muchos beneficios vigentes bajo un sistema garantista. ¿Seguirán rodando nuevas cabezas?
