Candidatos: ¿Y dónde está la ciudad?
Señor director:
En vísperas de la trascendente jornada que se avecina el 16 de noviembre, ningún candidato y candidata presidencial se resiste a dejar de priorizar en su discurso aquellos asuntos que los medios de comunicación se preocupan de publicar en portada todos los días: inseguridad en los barrios y carreteras urbanas, toma de terrenos, comercio informal, déficit habitacional.
Sin pretender desconocer la importancia que tienen esos temas para la ciudadanía en general, los programas de gobierno de los presidenciables tienden a ofertar un conjunto de medidas que se sitúan preferentemente en mejorar la capacidad de gestión del Estado y algunas reformas y/o ajustes procedimentales en materia de políticas públicas. Desde allí, es difícil exigir a un gobierno que se proyecta a cuatro años un programa que plantee desafíos estructurales que permitan avanzar hacia ciudades más integradas, inclusivas, sustentables y justas. Para ello, no bastan políticas de gobierno, sino políticas de Estado: una mirada a largo plazo. Un buen ejemplo es el Metro de Santiago.
Sucumbir a la tentación de cautivar el voto a través de iniciativas de procedimiento, y no sustantivas, no es condenable, pero lamentablemente corregir solo problemáticas urbanas específicas que impactan en la calidad de vida de las personas en sus barrios sin una mirada de ciudad resulta insuficiente.
Se hace urgente, entonces, pronunciarse también sobre aspectos como la estructura desigual de financiamiento municipal, el nivel de actualización de instrumentos de planificación, potenciar el desarrollo de ciudades intermedias, aumentar los niveles de descentralización administrativa y fiscal a escala local y regional, así como darle mayor sostenibilidad a la gobernanza asociada al proceso de metropolización que hoy se expresa en prácticamente once de las 16 regiones del país.
La ciudad ya no admite más simplificaciones electorales.
Arturo Orellana Ossandón
Director Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC