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500 mil razones para estar orgullosos Opinión

500 mil razones para estar orgullosos

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Ignacio Fernández Ruiz
Por : Ignacio Fernández Ruiz Abogado. Director General de ProChile
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La Expo Osaka 2025 no es solo un evento. Es una herramienta estratégica para diversificar nuestras exportaciones, atraer inversión extranjera y construir puentes de colaboración en diversas materias.


A fines de mayo, Kana, con sus hijos Suzuha y Kodai, se convirtieron en los visitantes 500 mil del pabellón de Chile en la Expo Osaka 2025. Ellos fueron recibidos por las autoridades de nuestro pabellón, se les entregó merchandising relacionado con el país y pudieron disfrutar de un show musical con un organillero, posando sonrientes en una foto que inmortalizó el momento. 

Dentro de esas mismas fechas, la Expo anunció que los visitantes totales al recinto habían alcanzado los cinco millones. Es decir, cerca del 10% de las visitas totales pasaron por el pabellón de Chile, simbolizado por el “Makün: El Manto de Chile” –manto de 242 metros cuadrados que fue tejido a mano por 200 tejedoras mapuches– y la experiencia inmersiva que conecta a los visitantes con la diversidad territorial, cultural y productiva de Chile.

A dos meses de haber iniciado nuestra participación en la Expo Osaka 2025, podemos decir con orgullo que nuestra apuesta ha dado frutos. Medio millón de personas han recorrido nuestro pabellón, han conocido nuestra cultura, han probado nuestros productos y han descubierto un país moderno, diverso, innovador y profundamente conectado con el mundo.

Este hito no es solo una cifra simbólica. Es una señal clara de que Chile está captando la atención internacional en una de las vitrinas globales más importantes de la década. Ya había señales positivas antes de comenzar la Expo, cuando un destacado medio de comunicación del mundo arquitectónico nombraba el pabellón de Chile como uno de los “imperdibles” a visitar.

Durante estos dos primeros meses, hemos desplegado una programación diversa que refleja la riqueza de nuestra oferta exportadora, cultural y productiva mostrando nuestras frutas frescas, secas y deshidratadas; la astronomía nacional con científicos y artistas chilenos que unieron ciencia y arte para mostrar nuestro liderazgo en la observación del universo; también la industria de las carnes y la de los lácteos, que pusieron en valor la calidad y trazabilidad de nuestros productos pecuarios; y la del mar, donde exhibimos nuestra vocación oceánica, con énfasis en la sostenibilidad y la innovación. 

No puedo no mencionar que celebramos con orgullo el Día Nacional de Chile el pasado 12 de mayo, con la presencia del Presidente de la República y una delegación artística que emocionó al público japonés y que fue destacada en portada por los diarios de Japón. 

La Expo Osaka 2025 no es solo un evento. Es una herramienta estratégica para diversificar nuestras exportaciones, atraer inversión extranjera y construir puentes de colaboración en diversas materias. Y lo estamos logrando gracias al trabajo conjunto del sector público y privado, y al compromiso de cientos de personas que han hecho posible esta presencia.

Por eso, hoy más que nunca, hacemos un llamado a seguir vinculándose con esta oportunidad única. La Expo continúa, y Chile sigue brillando. Tenemos 500 mil razones para estar orgullosos… y millones más por las que seguir avanzando.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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