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A más de un año de la Ley Karin: impacto y desafíos para las empresas Opinión

A más de un año de la Ley Karin: impacto y desafíos para las empresas

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Francisca Álvarez
Por : Francisca Álvarez directora de Servicios Laborales de PwC
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Es importante comprender que la Ley Karin no disminuirá su alcance. Por el contrario, se proyecta como una normativa que seguirá profundizando su influencia en la cultura organizacional, promoviendo entornos laborales seguros, respetuosos y libres de violencia. 


Tras más de un año desde la entrada en vigor de la Ley Karin, resulta pertinente reflexionar sobre el profundo impacto que esta normativa ha tenido en las relaciones laborales en Chile. Uno de los efectos más visibles ha sido el aumento exponencial de denuncias ante la Dirección del Trabajo. Entre agosto a junio de 2025 se registraron más de 40.000 casos por acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo, cifra que contrasta con las menos de 10.000 denuncias acumuladas en los dos años previos a la llegada de la Ley. 

Este incremento evidencia que la Ley Karin no solo ha generado un cambio normativo, sino también un cambio cultural, donde las conductas, antes normalizadas, hoy no son solo cuestionadas, sino que también denunciadas.

Eso sí, algunas tendencias se mantienen: el acoso laboral continúa siendo la conducta más denunciada, representando el 87,5% de los casos junto con que las mujeres siguen siendo quienes más reportan situaciones de acoso, con un 66,4% del total de denuncias.

Las empresas se han visto obligadas a adaptarse rápidamente a las exigencias que impone la ley: protocolos obligatorios, canales seguros de denuncia, medidas de protección para víctimas y testigos, y programas de capacitación en prevención y perspectiva de género. Sin embargo, la evidencia muestra que son las grandes empresas las que han logrado implementar estas medidas con mayor eficacia, mientras que las medianas y pequeñas aún presentan brechas significativas en el cumplimiento. 

Las organizaciones deben asumir que este es un proceso continuo, que requiere compromiso, recursos e involucramiento constante por parte de todos los actores laborales. 

Es importante comprender que la Ley Karin no disminuirá su alcance. Por el contrario, se proyecta como una normativa que seguirá profundizando su influencia en la cultura organizacional, promoviendo entornos laborales seguros, respetuosos y libres de violencia. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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