Opinión
Archivo
Estado y comités de vivienda: alianza para reconstruir la convivencia
Chile necesita más que viviendas: necesita ciudades integradas, barrios con sentido comunitario y dirigencias empoderadas. Ese es el camino para recuperar la esperanza y enfrentar juntos los desafíos del presente y del futuro.
En Chile, hablar de vivienda no es solo hablar de muros y techos. Es hablar de la construcción de comunidad, tejido social y cohesión, la base de los valores que sostienen nuestra sociedad. Desde comienzos del siglo XX, la lucha por la vivienda ha impulsado a miles de personas a generar movimientos sociales y organizarse en comités. Ese ímpetu convirtió a estas organizaciones en pilares de las comunidades y en el motor de las políticas habitacionales y urbanas.
El Estado, por sí solo, no podría diseñar y ejecutar sus políticas sin los comités y sus dirigencias: son ellos quienes canalizan las demandas de las familias y permiten construir soluciones, más allá de un enfoque puramente técnico, entregándole un sentido a nuestra labor.
Por esto, la tarea del Ministerio de Vivienda y Urbanismo no termina en la construcción de casas, también genera comunidad y crea espacios para la convivencia y la democracia. La forma de vivir es tan importante como acceder a la casa. Una vivienda digna debe insertarse en barrios y ciudades justas, donde la seguridad, el cuidado y la cohesión social estén incorporados desde el diseño. Los comités de vivienda no son meros beneficiarios organizados: son actores sociales con capacidad de diagnóstico y articulación, que traducen las necesidades reales del territorio en agendas concretas y factibles.
Hoy contamos con dirigencias que suman fuerzas, sentido comunitario y conocimientos acumulados, lo que implica asumir responsabilidades que trascienden lo habitacional y apuntan a reconstruir la vida en común. En tiempos en que la violencia e inseguridad amenazan la convivencia, los comités no pueden limitarse a la consecución de una vivienda. Comparten con el Estado la responsabilidad de reconstruir el tejido social y el sentido de los valores humanos por sobre la apatía.
La experiencia de décadas de organización y solidaridad debe comprometerlos a recuperar lo colectivo en una sociedad marcada por el individualismo. Desde el Minvu, hemos contribuido a la labor de las dirigencias a través de diversos cursos impartidos por nuestro Centro de Formación, Diálogo y Participación, que les entregan herramientas útiles para su trabajo cotidiano y también, a través de la Secretaría Ejecutiva de Condominios, que les ayuda a implementar de manera correcta la nueva Ley de Copropiedad Inmobiliaria en sus comunidades.
Chile necesita más que viviendas: necesita ciudades integradas, barrios con sentido comunitario y dirigencias empoderadas. Ese es el camino para recuperar la esperanza y enfrentar juntos los desafíos del presente y del futuro, considerando la experiencia y los avances del pasado. Porque la historia nos muestra que cada vez que el Estado trabaja codo a codo con los comités, no solo resuelve un problema cuantitativo, reafirma que la convivencia social es la base de los valores humanos y que la democracia se construye también en los barrios.
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.