Los partidos opositores no culparon personalmente a los ministros salientes sino que a un problema de liderazgo del actual Gobierno, el cual habría »perdido la brújula». Además, señalaron que las nuevas designaciones no responden a un interés por solucionar problemas, sino que a un objetivo político: descomprimir la presión sobre el Ejecutivo por los errores cometidos.
Luego del cambio de gabinete anunciado este viernes por la presidenta Michelle Bachelet, los partidos opositores reaccionaron sin sorpresa y atribuyendo los cambios en los ministerios de Economía, Educación e Interior al fracaso del actual gobierno y al desgaste del bloque concertacionista.
El timonel de RN, Carlos Larraín, señaló que «los fracasos que se les imputen (a los ministros salientes) me parece que son más bien propios de quien los nombró. A nosotros no nos sorprende que el equipo haya fracasado en muchos sentidos, porque al fin y al cabo estamos frente al cuarto gobierno de la coalición de izquierda".
Agregó que "las personas que acaban de ser designadas van a ser más de lo mismo, son las mismas ideas gastadas y son caras que simplemente cambian de roles, porque a muchas de ellas ya la hemos visto en el pasado".
Larraín aseguró que esta medida generará un costo político importante para Bachelet "porque ella nombró a los ministros que sacó. Estos señores no son aparecidos. Ella los seleccionó, los buscó con pinzas y los nombró en los cargos que hoy día le son quitados. Ella tiene que responder de los nombramientos que ha hecho".
Para el diputado RN Cristián Monckeberg "aquí claramente el Gobierno está reaccionando y dando palos de ciego frente a una situación que es incontenible. Este es un Gobierno que perdió la brújula hace tiempo y que está buscando desesperadamente qué hacer".
Objetivo político
En la tienda gremialista el senador Andrés Chadwick señaló que esta "es la crónica de una muerte anunciada". "Aquí hemos tenido dos hechos históricos: la primera Presidenta mujer y el gabinete que menos ha durado en los gobiernos de la Concertación. Aquí estamos presenciando un muy mal gobierno. Hay un mal diseño, no está siendo bien conducido, falta liderazgo y está haciendo agua por distintas partes" expresó el vicepresidente UDI.
Por su parte, el secretario general de la UDI, Darío Paya, indicó que se trata de un cambio con un claro objetivo político -cual es liberar la tensión por los errores del Gobierno- y no de "un cambio pensando en los problemas que tiene el país hoy". Como ejemplo puso el caso de Belisario Velasco, quien fue designado ministro del Interior, luego de haber sido subsecretario del Interior por 9 años "en un período en que la delincuencia crecía y crecía".
Paya agregó que si hubiera sido un cambio con el objetivo de resolver problemas que están latentes "no se entiende que problemas que son evidentes para todo el mundo, como son los que hay en Energía y Vivienda, queden sin respuesta en este cambio de gabinete y que en materia de seguridad se de un paso atrás".
Critican designación de Provoste
Ambos partidos opositores criticaron el cuoteo político demostrado en los nombramientos y se refirieron negativamente al nombramiento de Yasna Provoste en la cartera de Educación
La diputada gremialista, Marcela Cubillos, señaló que su designación "no se entiende. Nosotros le preguntamos muchas veces al ministro (Martín) Zilic con qué instrucciones llegaba, con qué instrucciones asumió el cargo en marzo, y nunca lo supimos. Me encantaría saber cuál es el plan de la ministra Provoste para asumir en una cartera tan complicada como Educación".
Un poco más suave, Carlos Larraín indicó que "doña Yasna Provoste llegó en una situación de compás de espera. Ella tiene que esperar lo que resuelva la comisión designada por la propia Presidenta y que tiene plazo hasta diciembre para producir un diagnóstico sobre la educación. Creo que el rol de ella forzosamente tendrá que ser muy pasivo.
Además, el timonel de RN se refirió en buenos términos al papel desempeñado por Zaldívar. "Él hizo lo que pudo en circunstancias muy difíciles porque no le dan autonomía de vuelo. Cómo puede ‘cobrarse’ a un ministro del Interior cuando estaba permanentemente bajo una especie de telecomando desde la Presidencia de la República".
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