Así lo indicó el director de la Dirección de Aguas, quien detalló que en la actualidad los recursos hídricos superan en más de 100% los registrados entre 1996 y 1997, cuando el país enfrentó una sequía.
El director general de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Rodrigo Weisner, dijo este jueves que si bien los embalses del país presentan niveles por debajo de un año normal, a causa de la menor cantidad de precipitaciones el año pasado, los recursos hídricos superan en más del 100% los registrados en años como 1996 y 1997, cuando se produjo la última sequía severa que afectó el país.
Waisner abordó el tema al entregar el reporte hidrológico del mes de enero, realizado con los datos medidos en las 1.800 estaciones de la Dirección General de Aguas (DGA) a lo largo del país, hasta el 31 de diciembre de 2007, que consideran volumen de embalses, caudales de ríos, nivel de pozos y acumulación de precipitaciones, tanto de lluvias como de nieve.
Según el reporte, el año 2007 finalizó con lluvias inferiores a las normales, lo que confirmó la presunción de estar ante un año normal a más bien seco. A partir de mayo del año pasado, todos los valores mensuales registrados fueron inferiores a sus valores promedio, terminando el 2007 con un déficit acumulado generalizado, que fue más acentuado desde Copiapó al Choapa con 90% a un 45% menos de agua caída, respectivamente.
Desde la cuenca del Aconcagua al Itata los déficits de lluvia se sitúan entre un 55% y un 35%. Del Bío-Bío al sur el déficit varía entre un 10% y un 30%.
La acumulación de nieve, en tanto, presentó un resultado diferente, especialmente desde la Región de Atacama a la Metropolitana, con un superávit que bordeó el 30% y déficits desde la región de O’Higgins al Bio Bio, coherente con la situación pluviométrica de esas regiones.
Esta falta de precipitaciones durante el 2007 tuvo un impacto directo en el caudal de los ríos, que se caracterizaron por presentar caudales medios mensuales por debajo de sus correspondientes promedios estadísticos con un repunte en el mes de Julio, que fue el de mayores precipitaciones. En consecuencia, los ríos comenzaron el período de deshielo con caudales bajo sus promedios, situación que con el derretimiento mostró un repunte, llegando en algunos casos a valores cercanos a los promedios históricos.
En todas las cuencas estudiadas, el caudal máximo de deshielo se produjo durante el mes de noviembre. Sin embargo, a contar de diciembre, en la mayor parte de las cuencas de Copiapó al sur que se alimentan principalmente de las lluvias, se observó un descenso por debajo de los caudales esperados.
"De todos modos es necesario destacar que a pesar que los caudales de diciembre, respecto a sus promedios históricos, son los más reducidos de la temporada de deshielos, corresponden a lo menos, al doble del mínimo histórico, lejos de situaciones críticas", recalcó Weisner.
En el caso de los embalses la situación es variada. El informe hidrológico DGA indica que los embalses del norte presentan una situación favorable con bastante agua disponible, excepto Cogotí. Esta situación cambia desde Valparaíso al sur: la mayor parte de los grandes embalses presentan menos agua que el año pasado y con valores por debajo de sus promedios históricos para el mes de diciembre. La excepción es Laguna del Maule, donde existe más agua que el valor promedio de de ese mes, aunque permanece bajo respecto de valor registrado la misma fecha del año anterior.
>Aguas subterráneas
En el caso del agua subterránea, los acuíferos entre las regiones de Arica-Parinacota hasta Coquimbo, mantienen niveles y fluctuaciones que están dentro de lo normal. Sólo en las cuencas de los ríos San José, Loa Alto, Copiapó Alto y Medio y en la zona costera entre los ríos Elqui y Limarí se observa una tendencia a la baja más allá de la fluctuación normal de este parámetro.
