Timonel gremialista señaló que la raíz de la violencia radica en que el Estado no ha implementado las políticas públicas adecuadas para terminar con problemas como la pobreza, segregación, carencia de educación de calidad, discriminación, entre otras. Llamó al gobierno a crear una instancia que se aboque a buscar soluciones concretas.
Una reunión con representantes del pueblo mapuche de las regiones Quinta y Metropolitana sostuvo el jueves el presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, tras la cual propuso al gobierno un acuerdo nacional para solucionar los diversos problemas que afectan a las etnias. A su parecer, el conflicto mapuche tiene su origen en situaciones como "la postergación, pobreza, injusticia y la discriminación".
Tras la cita, que se prolongó cerca de una hora y en la que participaron Francisco Painepan, dirigente empresarial mapuche; Walter Ñancucheo, representante mapuche del mundo evangélico; e Iván Coñureca, lonko de la Quinta Región, Larraín planteó la necesidad de generar políticas públicas que apunten, justamente, a erradicar los problemas mencionados y así "resolver de raíz el conflicto mapuche".
"Estamos disponibles para conversar en torno a un real acuerdo nacional en esas materias", dijo, poniendo el énfasis en tres aspectos: Asegurar la identidad y cultura del pueblo mapuche y, en general, de todas las comunidades indígenas; asegurar políticas públicas que erradiquen la pobreza y las dificultades socioeconómicas que afectan en forma "preponderante y muy distorsionada" a este sector; y, políticas que aseguren la plena integración de estos pueblos a las oportunidades y realidad que ofrece el país, explicó el timonel de la UDI.
Lo que propone Larraín es una instancia donde confluyan las distintas visiones sobre el tema mapuche con las diferentes fuerzas políticas y sociales del país, ya que en su opinión ello "generaría una política común que ha hecho falta y de manera que las comunidades mapuches puedan recibir las políticas que requieren y no las que les imponen desde el centralismo nacional".
El timonel gremialista sostiene que es necesario generar políticas que incluyan a las comunidades y no con posturas "segregacionistas", como en su opinión se ha estado haciendo. Porque "todo lo que se ha hecho no ha cambiado la realidad del pueblo mapuche" en cuanto a políticas estatales, lo que queda de manifiesto -según subrayó- en los mismos brotes de violencia que surgen "porque hay realidades que permiten que algunos se expresen de esa manera".
Reconocimiento constitucional
El máximo representante gremialista se mostró dispuesto también a conversar uno de los temas que preocupan fundamentalmente a los pueblos indígenas como es el reconocimiento constitucional, respecto del cual la derecha siempre se ha mostrado reacio.
En esta materia el senador planteó que, "por cierto, estamos abiertos a sentarnos a resolver los problemas que están limitando la vida y el desarrollo de la cultura mapuche y, en general, de todos los pueblos indígenas".
No obstante, el aspecto relativo al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas "tiene que ser parte de un acuerdo lo más completo e integral posible, que le dé una respuesta".
Agregó que la propuesta de un acuerdo para resolver el conflicto mapuche tiene como objeto "transmitir hoy día lo que haríamos se fuéramos gobierno mañana. Para romper mitos, para romper prejuicios y para darle a los mapuches, y todas las comunidades indígenas, la certeza de que ellos deben sentirse apoyados por nuestra visión de cómo debe ser el futuro de Chile.
Convenio 169
Otro tema que se abordó durante la cita fue la ratificación del Convenio 169, que ha sido una lucha que los pueblos indígenas vienen dando desde que ingresó al Congreso hace 17 años. Y pese a que el pasado 8 de enero fue ratificado por unanimidad por la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, su votación en Sala quedó puesto para marzo.
Larraín señaló que el tema se conversó durante la reunión y que los representantes indígenas le plantearon su inquietud en cuanto a lo que se está aprobando.
El timonel gremialista les explicó que "para nosotros, y les hemos dado la tranquilidad, el sentido de ese acuerdo interpretativo es precisamente para que no haya distorsiones en lo que nosotros entendemos dentro de la institucionalidad chilena".
No obstante, se mostró más inclinado a avanzar por el camino de resolver los problemas mencionados, como pobreza, educación, discriminación, entre otros, que a buscar una fórmula que implique el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas o incluso llegar a un acuerdo en relación con la aplicación de la ley antiterrorista a los comuneros que participan en actos de violencia en la Araucanía.
Porque, según insistió, "la mera búsqueda de soluciones institucionales, constitucionales o de tratados, no resuelve los problemas de fondo y nosotros queremos una política integral que resuelva los problemas que están afectando, hoy día, más fuertemente a las comunidades indígenas y particularmente al pueblo mapuche".
Y atribuyó a la Concertación un interés particular porque en vez de generar políticas públicas adecuadas, centran el problema del conflicto mapuche en el aspecto judicial o constitucional, dejando de lado -a su juicio- los aspectos más básicos.
