Se trata de la primera vez que un jeje de gobierno visita la zona poblada más austral del país.
La Presidenta Michelle Bachelet reafirmó este sábado en Isla Hornos, provincia Antártica, que Chile cumplirá con los compromisos de la Convención de Ottawa, que establece la eliminación de minas antipersonales del territorio nacional a 2016.
"Chile cumple con sus compromisos internacionales y, por lo tanto, el desminado nos tomará tiempo, pero lo haremos sin dudas porque tenemos gente capacitada y calificada. Y lo haremos de manera de garantizar cumplir con los compromisos y garantizar la seguridad de nuestros funcionarios de la Armada de Chile", aseguró.
Acompañada por el ministro de Defensa, José Goñi; la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría, y el comandante en jefe de la Armada, almirante Rodolfo Codina, y autoridades de Magallanes, la mandataria se interiorizó del proceso de eliminación de minas en el extremo sur del país.
Destacó que es "importante mirar la complejidad del trabajo del grupo desminador de la Armada para poder cumplir con nuestros compromisos con la convención de Ottawa, y que es extremadamente complejo dadas las características del terreno, dado el paso de los años y dada la complejidad y riesgo de desminar un campo como éste", afirmó luego de constatar en terreno la labor de los equipos que cumplen con esta tarea en el Cabo de Hornos.
Esta iniciativa forma parte del Plan de Desminado Nacional, programa que apunta a que a 2016 Chile sea un país libre de minas antipersonales. La Armada partió con este programa en 2002, con el proceso de mantención del cercado y la señalización de los campos minados de responsabilidad institucional.
Actualmente, existen en las islas australes un total de 3.292 minas antipersonales (en las islas Hornos, Deceit, Freycinet, Picton y Nueva).
Sólo entre 2000 y 2003, la Armada procedió a la destrucción de más de 4.000 minas de su inventario.
Luego de navegar toda la noche en el transporte Aquiles, Bachelet y su comitiva llegaron de madrugada al Cabo de Hornos. Se trata de la primera vez que un Presidente visita esta zona del territorio y desembarca en la isla, último lugar habitado del país.
En el lugar, compartió con la familia de Carlos Heredia, cabo segundo de la Armada, quien reside en el islote junto a su esposa, Verónica Oyarce, y a sus hijas Valentina (5) y Fernanda (1).
"Quiero expresar la emoción de estar acá con esta familia que son quienes permiten que este faro funcione a cabalidad, son nuestros representantes más al sur de nuestro continente y la verdad es que es muy emocionante ver que esta familia está acá durante el año cumpliendo las labores de defensa y seguridad de nuestra patria", sostuvo. Al respecto, agradeció la labor que desempeña este grupo familiar en estas latitudes. "Agradecemos con toda nuestra alma este gesto de esta familia que está aquí cumpliendo con su deber, a la Armada de Chile que está cumpliendo con su deber y que permite que todos los chilenos estemos tranquilos todos los días del año".
Destacó también la complejidad de las labores que implica la mantención del faro Cabo de Hornos, el más austral del mundo y pieza esencial para la navegación en una de las zonas más inhóspitas del globo. "Aquí se puede dimensionar la complejidad de las tareas del cuidado de nuestra patria, de la defensa de la patria, la complejidad de las tareas de los uniformados que cumplen con esta misión tan básica de cualquier estado", aseguro.
Finalmente, Bachelet reiteró su compromiso de conmemorar los 30 años desde que el Papa Juan Pablo II aceptara mediar entre Chile y Argentina por el conflicto del Beagle, situación que tuvo a ambos países al borde de un choque armado en 1978.
"Este año, en diciembre, se cumplen 30 años desde que tuviéramos los acuerdos de paz con Argentina y es por eso que con la presidenta Cristina Fernández hemos acordado en diciembre de este año instalar una primera piedra de lo que va a ser un recuerdo de cómo Chile y Argentina se comprometen a mantener siempre la paz y esperamos poder contar con la presencia del secretario de Estado del Vaticano o del mismo Papa, que fue invitado cuando estuve en el Vaticano".
En este contexto, valoró el sentido de aquel gesto del jefe de la Iglesia Católica, al apreciar "aquella sombra que tuvimos en nuestra historia y hoy día las luces de un compromiso de ambos países por la paz es un momento muy privilegiado para una Presidenta".
