Uruguay tiene ahora hasta el próximo 29 de julio para responder a estos argumentos, que no se harán públicos hasta que se fijen las fechas para que se celebren las audiencias.
Argentina presentó hoy ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el escrito de réplica con el que completa sus argumentos para defender la denuncia contra Montevideo por la construcción de una planta de celulosa en la ribera uruguaya del río Uruguay.
Uruguay tiene ahora hasta el próximo 29 de julio para responder a estos argumentos, que no se harán públicos hasta que se fijen las fechas para que se celebren las audiencias orales públicas en la Corte.
El pasado 12 de septiembre, Argentina y Uruguay decidieron de mutuo acuerdo ampliar la fase escrita del contencioso de las papeleras, lo cual en la práctica significa el retraso del inicio de las audiencias públicas, que no se celebrarán hasta que se termine la fase escrita.
En la fase escrita en litigios dirimidos por la CIJ los países enfrentados presentan primero sus respectivas memorias, las cuales recogen los argumentos principales de cada país.
Luego puede ampliarse con una segunda ronda de argumentaciones escritas, en la que tanto Argentina como Uruguay tienen oportunidad de contestar mutuamente los nuevos argumentos presentados.
La jefa de la delegación argentina, Susana Ruiz Cerruti, confirmó que la réplica presentada hoy es un documento de 500 páginas con dos anexos en los que se incorporado «hechos posteriores» a la denuncia original.
Argentina elevó el conflicto sobre las papeleras a la CIJ en mayo de 2006, con el argumento de que el país vecino violó el tratado del Río Uruguay, firmado en 1975, cuando autorizó la construcción de dos plantas de celulosa en su ribera del río que divide a ambos países.
«Ocurrieron acontecimientos que han agravado el litigio: el más grave es que haya empezado a funcionar la planta» de Botnia, en las afueras de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, sobre el río Uruguay, frontera natural entre los dos países, apuntó Cerruti a periodistas.
«Pero en el medio está la inauguración del Puerto de Nueva Palmira, que es el puerto de Botnia, que se hizo sin cumplir con los pasos de consulta e información previa que prevé el tratado del Río Uruguay», puntualizó.
Cerruti indicó que las construcciones que puedan afectar al río Uruguay «no son un derecho unilateral» e insistió en que Uruguay «violó» el tratado bilateral firmado en 1975 que es «esencial para poder proteger al río».
Señaló que Argentina hace «todos los esfuerzos» para demostrar que Uruguay «no se sometió» a los mecanismos «de información y consulta» del tratado en casos de «actividades con posibilidades de contaminar el medio protegido», como es la instalación de Botnia.
«No hay ningún documento que autorice a Uruguay a haber hecho lo que hizo», detalló la jefa de la delegación argentina.
Los jueces de la CIJ fijarán las fechas del inicio de las audiencias una vez completada la fase escrita, por lo tanto no antes del próximo 29 de julio, cuando Uruguay presente su escrito de dúplica.
Según el Estatuto del Río Uruguay, la administración de los recursos del río debe ser conjunta entre Argentina y Uruguay.
En principio estaba planeada la ubicación de dos plantas de celulosa, una de la finlandesa Botnia y otra de la española ENCE, pero la segunda decidió reubicar su fábrica en Uruguay en Punta Pereira, sobre la ribera uruguaya del Río de la Plata, con lo que podría evitar en un futuro problemas derivados del contencioso en La Haya.
El lugar está situado a unos 200 kilómetros al sur de Fray Bentos, destino original de la fábrica y donde se sigue construyendo la planta de la finlandesa Botnia.
Tanto Argentina como Uruguay solicitaron a la CIJ medidas cautelares que en los dos casos les fueron denegadas.
Argentina pedía que las obras de construcción de las papeleras se paralizaran hasta que el contencioso en La Haya llegase a su fin.
Uruguay pidió que el máximo órgano judicial de la ONU obligara a Argentina a paralizar los cortes de puentes internacionales que unen ambos países y cuya libre circulación está regularmente bloqueada en protesta por las obras de las celulosas.
EFE
