Autoridades indicaron que durante la suspensión del suministro el hospital siguió funcionando normalmente, sin que fuera necesario suspender cirugías ni otras atenciones.
El Hospital San Pablo de Coquimbo solucionó, cerca de las 15.00 horas del domingo, los inconvenientes causados por el corte del suministro principal de agua, luego de que una falla en los sistemas de control del nuevo estanque inundara la sala de máquinas.
Esta situación provocó además la inundación de las obras de la nueva torre de hospitalización, que se construye en el marco del proceso de normalización de la asistencial.
Según se informó, el Servicio de Salud Coquimbo, en coordinación con el municipio porteño, Aguas del Valle, el Hospital de La Serena y la empresa encargada de la construcción, OHL, implementaron una serie de medidas de contingencia.
"Se inyectó agua desde la red alterna del hospital, agua cuya calidad fue certificada en terreno por personal de la Seremi de Salud para evitar problemas sanitarios. Así, el hospital y la red asistencial reencuentran 100% operativos", indicó el director del Servicio de Salud Coquimbo, Ernesto Jorquera.
Según las autoridades, durante el periodo que duró el corte el hospital siguió funcionando, abasteciéndose de agua gracias a camiones aljibes facilitados por la Municipalidad de Coquimbo.
La subdirectora Médica del Hospital San Pablo, Ana Farías, precisó que para evitar un mayor consumo del vital elemento, "se restringieron las visitas para los pacientes que se encuentren en condiciones estables, no obstante, sus familiares pudieron conocer acerca de la evolución de sus pacientes a través de la Oficina de Informaciones".
Además, las autoridades indicaron que tampoco se suspendieron las cirugías de urgencia ni se presentaron problemas en la atención a pacientes, ya que gracias a la coordinación de la red asistencial se logró mantener un correcto funcionamiento del Hospital de Coquimbo.
