Vocero aseguró que el Ejecutivo »se relaciona con los mandos vigentes», dando un portazo al otrora jefe castrense. En fuentes cercanas a Defensa califican el planteamiento como »desmesurado» y que su llamado a »sacarse las máscaras» es »tardío», mientras que en el Ejército admiten incomodidad del general Oscar Izurieta.
El Gobierno optó por no polemizar públicamente con el general (R) Juan Emilio Cheyre, quien acusó a la administración bacheletista de cambiar "la política de Estado" implementada por el ex Presidente Ricardo Lagos en el tema de derechos humanos, "donde nadie le ponía un pie al otro".
El martes, el ex oficial también llamó a los "padres fundadores" del golpe a "sacarse las máscaras" porque no son sólo los de izquierda "los que generaron la crisis más grande y no fueron capaces de controlarla, el gobierno de la unidad Popular (Â…) a una oposición de la DC y una oposición del partido de derecha de la época, que fue implacable y que nos llamó abiertamente".
Cheyre aseguró que "hay personas que no han dado la cara y que están ocultos tras caretas, dejando como culpables sólo a los miembros del Ejército», quienes, en su opinión, son los únicos que han respondido a la justicia.
Pese a que las inéditas declaraciones del ex jefe castrense incomodaron al Ejecutivo, especialmente porque se trató de un ataque directo a la Presidenta Michelle Bachelet, la decisión del La Moneda fue abstenerse de hacer comentarios públicos sobre el particular.
"Se trata de un ex comandante en jefe del Ejército, un general en retiro dedicado a lo académico y puede dar a conocer su opinión", comentaron fuentes de Defensa a El Mostrador.cl, que insistieron en que no habrá respuestas a los dichos de un ex oficial.
Más claro fue el vocero del Ejecutivo, Francisco Vidal, quien aseveró que "el Gobierno se relaciona con los mandos vigentes. Si hay un tema, con el Ejército en este caso, el Gobierno dialoga, se entiende por los conductos regulares con el mando vigente".
Con estos dichos se trató de dar un "portazo" a Cheyre, más aún cuando Vidal resaltó que referirse a las expresiones de autoridades anteriores del Ejército sería "una falta de respecto para el mando actual". Y refrendó que el Ejecutivo "no es analista ni comentarista de las opiniones de generales en retiro, cualquiera sea este oficial".
Política de DDHH
En fuentes cercanas de Defensa se cree que la carta revelada el fin de semana es "desmesurada", porque aquí "nadie ha tratado de borrar con el codo lo que se escribió con la mano", en referencia a las críticas del cambio de doctrina de Bachelet en materia de derechos humanos.
También las mismas fuentes calificaron como "tardío" el llamado de Cheyre "a sacarse las máscaras", ya que todos saben quienes apoyaron o no el golpe militar, los que callaron y los que se retractaron.
Además, pusieron de relieve el poco apoyo que ha recibido la carta del ex jefe militar, tanto de ex oficiales como del mundo político.
Santelices y su cercanía a Cheyre
El malestar de Cheyre, según sostienen cercanos a Defensa, se debe a que se sintió atacado directamente con las declaraciones de autoridades del Ejecutivo, en el sentido de que cuando ejerció el mando castrense no se entregaron todos los antecedentes relativos al general Gonzalo Santelices cuando se promovió su ascenso, precisamente cuando Bachelet ejercía en la cartera.
Según Cheyre, los informes "desnudaban" a cada oficial que era susceptible de ser ascendido, para que fuera conocido en sus detalles más íntimos. Sin embargo, el Gobierno ha señalado que jamás se conoció que Santelices declaró en 2002 en la investigación del caso Caravana de la Muerte, cuando admitió haber trasladado a 14 víctimas de esa comitiva.
De todos modos, en fuentes cercanas al Ejército aseguran que no existe preocupación por los dichos de Cheyre, aunque admiten que la posición dada a conocer por éste efectivamente incomoda al actual jefe castrense, el general Óscar Izurieta.
La molestia de Cheyre es que considera que con el caso Santelices se le está atacando y él se quiere defender, se señala. Más aún si se piensa que Santelices fue su secretario general, es decir, la mano derecha del comandante en jefe del Ejército.
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