Ex ministro del Interior señala que "pese al progreso que América Latina ha alcanzado en los últimos años, tenemos tasas de violencia inaceptables y es eso es una amenaza a nuestra democracia".
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que algunos países de América Latina y el Caribe enfrentan una serie de retos políticos, relacionados principalmente con la gobernabilidad, la pobreza, la desigualdad y la seguridad.
Al intervenir en una conferencia del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), una institución pública de investigación y educación superior especializada en ciencias sociales en la Ciudad de México, Insulza sostuvo que a pesar del progreso alcanzado en los últimos años, la principal amenaza para la democracia de hoy recae en estos factores, haciendo especial énfasis en la amenaza de la violencia ligada al crimen y la pobreza.
"Pese al progreso que América Latina ha alcanzado en los últimos años, tenemos tasas de violencia inaceptables y es eso es una amenaza a nuestra democracia", manifestó el ex ministro del Interior chileno.
"Toda esta violencia está ligada al fenómeno de la criminalidad, con el crimen organizado del narcotráfico, el lavado de dinero, que es cada vez más transnacional, y es momento de que los gobiernos de la región tomen conciencia porque poco hablamos de esto en las cumbres regionales", explicó el titular del máximo organismo hemisférico.
Dando un ejemplo de estos altos índices de violencia, Insulza expresó que en América Latina "hay países que tienen tasas de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes, cifra totalmente inaceptable."
Asimismo, reafirmó que el problema de la criminalidad está profundamente ligado a la pobreza que aún sigue siendo un desafío para la región latinoamericana.
Manifestó que la región de América Latina y el Caribe pertenece al mundo en vías de desarrollo, aunque tiene un nivel económico y social bastante mejor que el de África y de gran parte de Asia y su ingreso per capita ésta cerca del promedio mundial.
Insulza dijo que en su objetivo de hacer frente a los problemas, los gobiernos democráticos deben impulsar la ejecución de políticas públicas efectivas y eficientes que les den credibilidad. "La democracia debe entregar más beneficios a la gente", para que la gente siga creyendo en ella, puntualizó.
