Discurso de presidente de la Suprema aludió a la demora en la tramitación de las modificaciones a los juzgados de familia, que se encuentran colapsados.
Variados cuestionamientos al rol de La Moneda formuló este sábado en la apertura del año judicial 2008 el ministro Ricardo Gálvez, a quien en su calidad de juez de mayor antigüedad le correspondió leer el discurso del convaleciente presidente del máximo tribunal, Urbano Marín.
"Al mismo tiempo, reclamamos el despacho de los despachos de los proyectos de ley pendientes que interesan a este poder y a todo la comunidad, en los que participó la Corte Suprema", dijo.
Gálvez aludió a la demora en la tramitación de las modificaciones a los juzgados de familia, que se encuentran colapsados, sobre todo a la provisión de 227 nuevos magistrados, frente a los 81 calculados por el Ejecutivo, recordó la radio Bio-Bio.
Durante la ceremocia desarrollada este sábado por la mañana en el Salón Plenario del Palacio de Tribunales también se escucharon quejas por la falta de seguridad al interior de los juzgados, debido a la escasez de personal de Gendarmería.
"Los jueces chilenos son más que buenos. Por ello, les solicitamos su apoyo y colaboración para progresar hacia una justicia que siempre sea generadora de certezas y seguridad jurídicas", agregó Gálvez.
Consultado por las objeciones, el titular de Justicia, Carlos Maldonado, comentó que "no escuché críticas a la gestión de este ministro o el Gobierno, sino algunos planteamientos muy directos del presidente de la Corte Suprema".
Para el secretario de Estado, sólo hubo "una visión bien directa de la necesidad de despachar prontamente el proyecto de familia, una cuestión con la que coincidimos plenamente y le hemos dedicado enormes esfuerzos".
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