De la electricidad utilizada para la operación del tren urbano, el 83% corresponde a la tracción de los trenes, mientras que 17% corresponde a la iluminación de estaciones, talleres y oficinas.
Una mejora en su eficiencia energética de más de 5,0% alcanzó el Metro de Santiago durante el inicio de este año, como consecuencia de un conjunto de medidas implementadas a contar agosto del 2007 relacionadas con su consumo eléctrico.
De la electricidad utilizada para la operación de Metro, el 83% corresponde a la tracción de los trenes, mientras que 17% corresponde a la iluminación de estaciones, talleres y oficinas.
Una de las principales acciones fue trabajar a voltaje óptimo, de manera de reducir las pérdidas de energía y aumentar su recuperación.
También durante el segundo semestre del año pasado se ejecutó un plan de disminución de la iluminación de las estaciones, especialmente durante los horarios fuera de demanda punta. En esta línea, Metro adquirió un software que gradúa la luminosidad dependiendo de las condiciones de iluminación natural del ambiente, es decir, luz inteligente.
Además, en lo referido a la iluminación de la publicidad comercial existente en la red, se estableció como medida inicial el apagar todas las luces en aquellos paneles publicitarios que no estén ocupados y en aquellos que contengan campañas del ferrocarril metropolitano.
