La Mandataria,señaló la importancia de establecer un centro mundial de investigación sobre el cambio climático y explicó que la lucha contra ese fenómeno tiene que ser compatible con el desarrollo social y económico de los países pobres.
Con su participación en una cumbre de líderes progresistas y una entrevista con el primer ministro británico, Gordon Brown, la presidenta Michelle Bachelet, finalizó hoy su visita al Reino Unido.
En esa cumbre, que tuvo lugar en la localidad de Watford (próxima a Londres), se hizo hincapié en que es hora de acometer las reformas necesarias para que los beneficios económicos y sociales de la globalización lleguen a todos y no sólo a unos cuantos.
Los líderes progresistas de Europa, África, América Latina, Australia y Nueva Zelanda concluyeron que es urgente que el Fondo Monetario Internacional (FMI) establezca un sistema de alerta temprana para prevenir crisis financieras como la actual, que se ha extendido rápidamente desde Estados Unidos a la Unión Europea y no dejará de impactar tampoco a los países emergentes y en desarrollo.
Bachelet se quejó de que los países ricos culpen siempre a los pobres de no saber mantener la disciplina fiscal cuando estalla una crisis y no se apliquen a sí mismos esa medicina, como se ha visto con las hipotecas «subprime» en Estados Unidos.
De ahí que sea importante, dijo, una mayor integración entre estos últimos, tanto en el terreno de la energía como las infraestructuras, porque ello les permitirá hablar con una voz más fuerte en los foros multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Los líderes reunidos en Watford subrayaron también la urgencia de poner coto a la deforestación en continentes como el africano y coincidieron en que, sin avances tecnológicos, los objetivos de reducción de las emisiones que contribuyen al efecto invernadero no serán sino papel mojado.
A ese respecto, la Mandataria señaló la importancia de establecer un centro mundial de investigación sobre el cambio climático y explicó que la lucha contra ese fenómeno tiene que ser compatible con el desarrollo social y económico de los países pobres.
La próxima reunión de líderes progresistas se celebrará en Chile al haberse aceptado la invitación que cursó Michelle Bachelet a sus colegas.
Con anterioridad a la cumbre, la presidenta y el primer ministro británico mantuvieron una reunión en la que acordaron reforzar la cooperación bilateral en temas de cambio climático y energía, así como en el fortalecimiento de las instituciones multilaterales.
Los dos líderes señalan en un comunicado conjunto la intención de sus gobiernos de trabajar juntos para desarrollar fuentes de energía renovables no convencionales, biotecnologías y mecanismos de desarrollo limpios.
Paralelamente, expresan la necesidad de hacer que las instituciones multilaterales sean «más representativas y eficientes», y reconocen que la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio es una oportunidad para la prosperidad y para sacar a muchos de la pobreza.
«Vemos con agrado la productiva relación Chile-Unión Europea y nos comprometemos a maximizar el potencial del Acuerdo de Asociación Chile-UE», afirman Brown y Bachelet, quienes expresan su intención de trabajar juntos para «asegurar que la próxima cumbre ALC-UE en Lima produzca resultados reales para abordar el cambio climático y la exclusión social».
Los dos líderes señalan la urgencia de «hacer frente a la situación de los pobres y excluidos en el mundo» y se dicen comprometidos a trabajar conjuntamente con «empresas, la sociedad civil y otros actores para que en el 2008 se alcancen los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU».
«Trabajaremos juntos para seguir estrechando lazos entre nuestras comunidades empresariales y financieras, en particular las instituciones financieras de la City de Londres», dice también el comunicado conjunto.
El Gobierno de Chile y el del Reino Unido apoyan también el trabajo de sus respectivas autoridades aeronáuticas y la negociación de un acuerdo para promover la liberalización del tráfico aéreo entre los dos países.
EFE
