La senadora no tiene complejos para hablar de un candidato del partido, entre los que se encuentra ella desde que Pablo Longueira la mencionó como una de las cartas. Exultante por el resultado gremialista en las municipales, no trepida en diagnosticar que la derecha tiene que demostrar que “es un conglomerado maduro, que no tiene temor a que las cosas se conversen en forma transparente, pues eso es lo que nos falta todavía”.
A la senadora Evelyn Matthei no le cabe ninguna duda de que tras las elecciones municipales la UDI está en un mejor pié que antes para levantar una candidatura presidencial propia. Y aunque lamenta la derrota de Gustavo Hasbún en La Florida sostiene que el gremialismo hizo una “hazaña” en comunas como Santiago y Valparaíso. Este escenario, cree ella, le permite al partido comenzar a evaluar seriamente sus opciones y recuerda que pese a que el ex timonel de RN Sergio Díez se declaraba lavinista el 2005 sus aliados igual levantaron la opción de Sebastián Piñera.
Cansada, pero entusiasmada, la parlamentaria está feliz pues concretó su aspiración de impedir que llegara a la alcaldía de Coquimbo Moira Navea, esposa del destituido jefe comunal ex DC Pedro Velásquez, para lo que no tuvo complejos en respaldar la candidatura a la reelección del DC Oscar Pereira. Con esa misma vehemencia que la caracteriza se tomó en serio la posibilidad de enfrentarse a Piñera en los comicios del 2009 y, para tener su oportunidad ante quienes finalmente tomarán la decisión, hizo la pega durante la campaña municipal de la UDI.
-¿Cuál es su evaluación del resultado que obtuvieron como partido?
-La UDI realmente tuvo triunfos espectaculares. Lo de Zalaquett es una verdadera hazaña y, de verdad, debo reconocer que yo era de las que pensaba que había que llevar a Jorge Schaulsohn en Santiago Centro. Zalaquett realmente nos ha asombrado a todos. Después, el triunfo de la reelección de la Jacqueline Van Rysselberghe; haber ganado Coyhaique. Obviamente, lo de Valparaíso que también es hazaña, lo de Viña que se logró una votación histórica. Además, Recoleta, lo de Rancagua, Talca…En fin, son tantos los triunfos.
-¿Según su evaluación es más de lo que se esperaba?
-¡Pero muchísimo más, muchísimo más! Si tú preguntabas la semana anterior a la elección, todo el mundo decía ‘ojalá que ganemos o Santiago, o Estación Central, o Rancagua, o Valparaíso o La Florida…’, ¡pero ganamos “y” no “o”!
-A partir del resultado el senador Longueira quedó en una posición súper optimista respecto del futuro del partido y lo que más valoró es haber llegado a convertirse en la primera fuerza a nivel de alcaldes sin un abanderado presidencial. Él dice que a partir de esto cobra fuerza en el partido la idea del candidato propio. ¿Qué cree usted?
-Yo siempre he sentido que la UDI es un partido construido sobre la base de la mística y a partir de la adversidad. La UDI crece siempre y se agranda y da lo mejor de sí frente a la adversidad. Y, por eso, yo no creo y nunca he creído que la UDI se resigne así no más a no llevar a un candidato presidencial. Mi impresión es que ahora debiera iniciarse una conversación interna, serena, reflexiva, madura, generosa, en que todos veamos los pro y los contra de tratar de levantar una candidatura presidencial… Que se le pida a varias figuras, entre las que tiene que estar Pablo, también Hernán Larraín, etc., a que recorran Chile y ver si, efectivamente, logramos levantar una candidatura presidencial. Yo tengo la impresión que eso es lo que debiera hacerse.
-¿A su juicio, la UDI está en mejor pié hoy que el viernes para levantar una candidatura presidencial?
-No me cabe ninguna duda.
-Da la impresión de que a algunos parlamentarios les da un poco de miedo levantar un candidato presidencial, bajo la perspectiva de que en la Alianza no saben competir por lo que siempre resulta algún herido, cosa que le molesta al electorado.
-Eso es justamente lo que tenemos que vencer. Mientras nosotros no seamos capaces de demostrar al país que la Alianza es un conglomerado maduro, mientras nosotros no seamos capaces de demostrar eso, no vamos a ser gobierno. Porque la gente no va votar, para presidente, por el representante de una Alianza a la que vean inmadura, con temores de decir las cosas o de conversar o negociar, y que la vean como un conglomerado que se construye sobre la base de caudillismos personales. Yo creo que esa es, todavía, la última prueba que tiene que dar la Alianza si quiere llegar al gobierno. Así como la izquierda tuvo que demostrar que era un conglomerado responsable, para poder llegar al gobierno de nuevo después de Allende, yo creo que la Alianza tiene que demostrar que es un conglomerado maduro y que no tiene temor a que las cosas se conversen en forma transparente, que las diferencias de opinión se hablen. Y que haya una forma de solucionar las controversias que le de la tranquilidad al electorado. Yo creo que eso es lo que nos falta todavía.
-El presidente de RN dice que sería una equivocación desconocer el liderazgo de Piñera, mismo que cristalizó con el resultado municipal del sector, aludiendo a un eventual candidato gremialista.
-Yo recuerdo perfectamente bien que el anterior presidente de Renovación Nacional, Sergio Díez, se declaraba muy lavinista y, sin embargo, levantaron a Sebastián Piñera. Yo realmente siento que Carlos Larraín está cumpliendo con su pega como presidente del partido, pero que no nos venga a tratar de dar lecciones. La UDI es un partido soberano, es un partido propio que integra una alianza, y él tiene que tener un cierto respeto básico y mínimo hacia nosotros, que en algunas de sus declaraciones, en realidad, no ha tenido.
