Para la senadora es necesario aclarar definitivamente si es que la tienda está inclinada a no levantar un abanderado propio, ya que a su juicio las declaraciones de algunos dirigentes están enviando señales claras de que existen quienes estiman que lo mejor es respaldar abiertamente a Sebastián Piñera ahora. Todo eso es válido, dice la parlamentaria, pero es necesario aclararlo.
Por las razones que sea, en la UDI se ha generalizado la idea de que Juan Antonio Coloma es partidario de cerrar un acuerdo lo antes posible con el abanderado de Renovación Nacional. Y aunque en el partido insisten en sostener que se está desarrollando un debate interno que culminará con un Consejo Directivo Ampliado a fines de enero, en la tienda no existe consenso respecto a mantener este itinerario. Ello, porque figuras como Evelyn Matthei estiman que los resultados municipales obligan al gremialismo a adelantar sus decisiones con miras al 2009 y, justamente, en este contexto es que acusa a sus dirigentes de estar enviando señales bastante claras contrarias a la idea del candidato propio.
La senadora decidió salir al paso de las declaraciones de algunos altos dirigentes del partido, dejando en evidencia la lectura que estima hace la opinión pública cuando escucha a representantes de la tienda, asegurando que la UDI no modificará su itinerario, por lo cual plantea que lo mejor para la colectividad es transparentar las cosas.
«Lo que yo he visto es que la dirigencia del partido tiene ya una decisión casi tomada de no llevar, de ni siquiera hacer el intento de tratar de levantar una candidatura propia», dijo la senadora sin siquiera pestañear, lo que intranquilizó a la directiva que se vio obligada a reiterar que el candidato propio es una de las opciones que están sobre la mesa, pero que hay un itinerario que se debe respetar, porque el mismo implica escuchar al partido, para lo cual los dirigentes recorrerán el país.
Fue el secretario general quien debió dar la cara, tratando de que los fuertes dichos de Matthei no rompieran la tranquilidad de la tienda que, desde la semana pasada, logró ordenar a sus figuras en torno a un «discurso unitario».
A partir de las palabras de la senadora comenzaron las especulaciones acerca de qué es lo que las motivó. Una fuente del partido asegura que no falta mucho tiempo para que Matthei opte por levantar su candidatura abiertamente, porque «no es un secreto para nadie que tiene todas las ganas de ser candidata presidencial del partido» y no descarta que el «carácter impulsivo» de la senadora la lleve a autoproclamarse, intentando obligar a la UDI a que cierre filas detrás de ella. Pero en el entorno de la parlamentaria aseguran que si el partido decide no levantar candidato, ella acatará porque es una militante disciplinada y que lo único que busca al abrir el tema es transparentar lo que podría estar sucediendo.
Un parlamentario inclinado a levantar candidato aclara que el abanderado de la UDI «debe ser un complemento a la candidatura de Piñera y no la confrontación» para el presidenciable de RN.
De lo que no cabe duda es que a la UDI se le está haciendo cuesta arriba resolver su futuro. Y lo que parecía obvio el domingo 26 pierde fuerza cada día que pasa. En la directiva sostienen que el debate interno está cruzado por muchos elementos, entre los cuales está el tener que esperar los movimientos que se producen en la Concertación y ello obliga a tomarse con calma la definición del partido. Para Matthei, la decisión de retardar para enero la convocatoria al Consejo Directivo Ampliado no es ni más ni menos que una salida «elegante para decir ‘no queremos hacer nada».
«Administrar el triunfo de la mejor manera» es la premisa que se han impuesto los máximos dirigentes de la tienda, los mismos que tratan a toda costa de evitar que la definición sobre la eventual candidatura propia genere fisuras al interior de la UDI. Tal vez, por lo mismo, evitan aclarar cuáles son las opciones que se deben analizar y Matthei es la única que abiertamente se atreve a sostener que los escenarios son múltiples y que puede haber susto de levantar un candidato porque eso podría generar roces con sus socios. «Puede haber legítimas presiones, puede haber también legítimos intereses de personas que van a la elección o reelección parlamentaria y que prefieren transar eso, puede que el problema sea yo; puede que haya otras personas que prefieran no levantar ninguna opción ahora, tratando de mantener abierta su propia opción para cuatro años más», especuló la senadora, encendiendo las alarmas en el gremialismo.
