Sociedades creadas en Chile con extranjeros para negocios de armas y minería, así como deudas con autopistas concesionadas, bancos y empresas de crédito, entre otros, figuran en el informe comercial del vendedor de armas. Su situación dentro del Partido Socialista se complicó luego que el timonel, Camilo Escalona, resolvió pasarlo al Tribunal Supremo para que establezcan el grado de responsabilidad política que podría caberle.
Una alicaída situación financiera habría llevado a Pedro del Fierro a plantear una supuesta extorsión al ministro Edmundo Pérez Yoma y su par del Tribunal Constitucional (TC) Mario Fernández, para no vincularlo al pago de coimas por la compra de los tanques Leopard hecha por el Ejército en 1998.
Según se desprende de sus informes comerciales, del Fierro debe más de $ 16 millones a distintas empresas, que van desde la Autopista Central ($ 417.000), pasando por el Banco Itaú ($ 8 millones) y Forum Servicios ($ 4 millones), entre otras.
Y es que este comerciante de armas chileno habría caído en desgracia ya que en las Fuerzas Armadas «no tiene cabida su modelo de negocios», dijeron algunos uniformados de las distintas ramas inquiridos por este medio.
La situación de del Fierro ayer empeoró dentro del Partido Socialista, ya que el timonel Camilo Escalona resolvió pasarlo al Tribunal Supremo para que se establezca el grado de responsabilidad política que podría caberle en el supuesto intento de extorsión a Edmundo Pérez Yoma y a Mario Fernández, ex ministro y subsecretario de la cartera de Defensa en el gobierno de Frei Ruíz-Tagle, respectivamente.
Pero no fue la única reacción. Los abogados de derechos humanos cuestionaron la actitud del abogado Héctor Salazar, quien hizo de gestor de la reunión que del Fierro sostuvo con Luciano Fouillioux, donde le habría propuesto recibir US$ 500 mil a cambio de no involucrar a los personeros públicos.
En declaraciones a La Segunda, los abogados Nelson Caucoto, Pamela Pereira y Hugo Gutiérrez aseguraron que si bien confían en la palabra de su colega, éste último debe aclarar su participación en los hechos ante la opinión pública.
Empresas mineras
Los negocios de este ex corresponsal de la prestigiosa revista de defensa «Jane’s» comienzan en septiembre de 1985, con la sociedad Defensa Consultores Asociados (Defco), dedicada a materias del ramo, como también para representar a firmas chilenas y extranjeras, conformándola con su amigo Jaime Toro Arancibia, un sujeto dedicado a la tecnología de sistemas y comunicaciones.
Será esta última la que servirá de plataforma para realizar el intento de negocios de los tanques Leopard, de acuerdo a los documentos que entregó en el CD al ministro que lleva este caso, Manuel Valderrama.
En 1992 Del Fierro armó otra firma llamada Empresa de Tecnología y Equipamientos Múltiple Limitada, creada junto al ciudadano portugués José Antonio de Saldanha Sousa e Menezes, cuyo nombre de Fantasía era «Etem». Esta última sociedad aparece como el vínculo que del Fierro tenía en Lisboa para conseguir armamento en desuso de Famae en 1991 y participar así en el embarque conocido como el «tráfico de armas a Croacia». Así se desprende de la declaración que prestó en el cuaderno secreto de la investigación que llevó el ministro Alejandro Solís y que se encuentra en el fallo que dictó en su oportunidad.
Pero del Fierro también aparece ligado a los negocios mineros con un ciudadano estadounidense llamado Robert Joe Doolitle, dedicado también a los «sistemas electrónicos», según versa en varias páginas de internet. Con este creó Copiapó Partners para operar en la mina Fraga de la Sierra de Fritis, en el norte chileno.
En 1993 vuelve a realizar negocios con Saldanha Sousa e Menezes, esta vez en una empresa que llevaba por nombre de Fantasía Sidic Limitada, según revela el Diario Oficial.
En septiembre de 1995 conformó otra llamada Cargo Aero Titan Limitada, junto a Sergio Luksic Sandoval, hermano del ex diputado y actual defensor laboral Zarko Luksic (DC). Esto, el mismo año en que Chile vendió armas a Ecuador cuando mantenía un conflicto armado con Perú, hecho que fue descubierto por la inteligencia peruana y volvió a la palestra en 2005, luego de las declaraciones de un general Quiteño que reveló el acuerdo secreto con nuestro país.
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