«No habrá nuevas ofertas por parte del Gobierno», sostuvo el ministro de la Presidencia, Cristián Larroulet.
El gobierno descartó hacer nuevas ofertas a los diez presos mapuches que persisten en una huelga de hambre, después de que otros 28 comuneros accedieron a una propuesta de las autoridades y depusieron el movimiento la noche del pasado viernes.
«No habrá nuevas ofertas por parte del Gobierno. Para este grupo, y para todos los grupos, hay un acuerdo central que fue anunciado por monseñor (Ricardo) Ezzati (arzobispo de Concepción)», dijo a TVN el ministro de la Presidencia, Cristián Larroulet.
«Por eso yo creo que esto es tema de conversación, paciencia y diálogo», añadió Larroulet.
El arzobispo Ezzati, que actuó como «facilitador» del diálogo entre las partes, fue quien anunció el pasado viernes el acuerdo alcanzado, que fue acogido por 28 presos que mantenían la huelga de hambre, algunos de ellos desde el pasado 12 de julio.
Los mapuches, que se consideran presos políticos, exigían que no se les aplicara la ley antiterrorista, no ser sometidos a un doble juicio, ante tribunales civiles y militares, y que no se utilizaran «testigos sin rostro» en sus casos.
El acuerdo incluyó el desestimiento del gobierno de la querellas por infracción a la ley antiterrorista, en el contexto de la tramitación de dos proyectos de ley que reforman esa normativa y el código de Justicia Militar.
Diez de los presos, siete de ellos hospitalizados a causa de la debilidad de su estado y los tres recluidos en la cárcel de la ciudad de Angol, rechazaron el acuerdo por considerar insuficiente la propuesta del gobierno y anunciaron que van a continuar el ayuno, «hasta las últimas consecuencias».
El ministro Larroulet, uno de los representantes del gobierno en el diálogo con los comuneros, dijo hoy que los huelguistas depondrán su manifestación cuando se percaten de los avances que se logren tras el acuerdo firmado con comuneros que aceptaron la propuesta.
Con ellos, «se requiere madurar más los compromisos que se han tomado, los cambios de ley que hemos hecho y los esfuerzos que se han realizado. Estoy seguro que, con el paso de los días, ellos también van a deponer la huelga», dijo.
Aseguró además que la nueva legislación antiterrorista trabajada en el congreso permitirá que se respete más la ley. «Va ser una legislación mucho más validada, mucho más respetada y mucho más fortalecida desde el punto de vista de su legitimidad», consideró.
Subrayó además que la salud de los huelguistas será vigilada para evitar desenlaces fatales.
«El Gobierno ha tomado todas las providencias para que estas personas sean protegidas a través de nuestro sistema de salud», manifestó.
También advirtió que si persisten en el sur del país las ocupaciones ilegales de tierras, asunto que originó el conflicto con los indígenas, el gobierno seguirá apoyado a los afectados y tomando las acciones legales que correspondan.
«Los agricultores que están sometidos a ataques van a ser defendidos por las fuerzas de orden, en los tribunales. La fiscalía va a seguir actuando», dijo.
