«No supieron medir o evaluar bien los efectos que esta decisión provocaría en la sociedad civil», sostuvo el parlamentario.
El senador del MAS Alejandro Navarro aseguró que “los resultados de la encuesta Adimark son una muestra visible del costo que está y seguirá pagando el actual gobierno por sus decisiones erradas y una muestra aún más nítida de cómo la UDI prefirió sacrificar al gobierno para salvar a la Intendenta Jacqueline Van Rysselberghe en el episodio de los falsos damnificados en la Región del Bío-Bío”.
El dirigente político agregó sobre lo mismo que “es evidente el impacto de este hecho en los resultados de la encuesta, porque mientras el gobierno tiene una aprobación de 40% (la más baja) y un rechazo de 49% (el más alto), Hinzpeter baja cinco puntos y el propio Presidente obtiene sus más bajos apoyos en credibilidad y confianza, la ministra Matte, que fue la única que dijo la verdad en el caso, incluso sube en su aprobación”.
En esa línea, el parlamentario dijo que “este bochornoso episodio que ha afectado negativamente el ya lento proceso de reconstrucción, afectando aún más la moral y las esperanzas de los miles de damnificados que siguen hacinados afectando una solución digna también se ve reflejado en la baja aprobación que muestra que la percepción del apoyo a las familias afectadas baja de 45 a 39% y que el propio proceso de reconstrucción también baja de 41 a 37%”.
“La UDI sabía que este salvataje a Van Rysselberghe haría pagar este costo al gobierno y al Presidente, pero aún así la priorizó. Lamentablemente el Presidente también optó por la UDI en lugar de hacerlo por la ciudadanía», señaló el legislador, agregando que «lo que al parecer no supieron medir o evaluar bien fueron los efectos que esta decisión provocaría en la sociedad civil, pues más allá de los números lo que se ha conformado en regiones afectadas es un frente opositor ciudadano y político, que se articula más por las redes sociales que por la convocatoria de los partidos. La ciudadanía comienza a percibir que hay una oposición al gobierno y comienza a sentirse parte de ella. Los partidos políticos tienen que tomar nota de ello”.
