Aunque para algunos, al interior del partido, es demasiado pronto para abrir el debate sobre los presidenciables, otros creen que es justo el momento para hacerlo. El problema es definir si inclinarse por quién representa mejor el ADN del gremialismo. O, por el contrario, ir a la segura y optar por quien, hasta ahora, ha dado señales de ser el más probable aspirante del sector a reemplazar a Sebastián Piñera en La Moneda según las encuestas.
Una soterrada pugna está comenzando a recorrer las filas gremialistas. Un tira y afloja, más bien oficioso, entre quienes creen que es el momento de que la UDI se la juegue por levantar una figura presidencial propia —apuntando derechamente hacia el ministro de Economía Pablo Longueira— y los que estiman que no es adecuado poner el tema sobre la mesa en este momento. Más aún cuando el mejor posicionado para representar a la tienda, hasta ahora, es el titular de Obras Públicas, Laurence Golborne. Oficialmente el tema no se ha abordado, pero desde que el ex senador se integró al equipo del Presidente Sebastián Piñera, en un grupo viene creciendo el apetito por el “candidato propio”. Lo que se profundizó con las propias declaraciones de Longueira: “si llego a la conclusión de que debo asumir ese desafío para tener un segundo gobierno de la Alianza, estoy dispuesto a evaluar esa opción”.
Fue el domingo 19 de febrero cuando Longueira especuló sobre el tema presidencial en una entrevista con El Mercurio. La guinda de la torta la puso el diputado Iván Moreira, quien no dudó en proclamarlo en una entrevista posterior. Y mucho menos dentro del gremialismo. Entre quienes promueven o respaldan la “legítima” opción del titular de Economía, no descartan que su par de Obras Públicas se haya puesto “nervioso” y que por eso el tema presidencial haya cobrado relevancia al interior del partido. Aún cuando en la casona de Suecia 286 reconocen que si bien el tema no se ha abordado de manera oficial, sí es algo que se viene “comentando” desde que el ex timonel aterrizó en el gabinete. A partir, justamente, de la tesis de Andrés Allamand en cuanto a que esa sería la tribuna para los eventuales aspirantes a reemplazar a Piñera.
Y aunque algunos, como el diputado Gustavo Hasbún, estiman que no se debería adelantar tanto la carrera presidencial, otros creen que es el momento para posicionar a un aspirante del ADN de la UDI a La Moneda. Unos y otros argumentan una postura pragmática para sus planteamientos. Lo cierto es que una parte importante de los representantes de la tienda fundada por Jaime Guzmán cree que la culminación del trabajo que ha realizado el partido, en el mundo político, se debe representar a través de una candidatura presidencial exitosa, que identifique el proyecto gremialista. Así, ningún otro representaría mejor esta aspiración que la figura de Longueira. Lo primero que surge a la hora de hablar de los atributos con que contaría para llevar adelante un proyecto tan ambicioso, es “el liderazgo que siempre ha ejercido al interior de la UDI”.
Pero no todo es admiración hacia la figura de un hombre que “ha contribuido enormemente a hacer de la UDI lo que es hoy”, también hay espacio para el pragmatismo. El mismo que hace unos meses viene representando y liderando el propio Longueira al interior de la colectividad. Porque entre quienes se inclinan por el ex senador por Santiago Oriente también existe una motivación que apunta a “proteger lo que la UDI ha conseguido”. Algunos se sienten amenazados por sus socios de RN. Al punto que creen que es necesario levantar ahora un candidato presidencial que le permita “negociar” con sus compañeros de pacto, porque de lo contrario “nos pasan por encima”. Aunque algunos estiman que “eso es una exageración sin fundamento”, para otros sólo es cosa de mirar cómo se ha movido Renovación Nacional estando en el gobierno. Estos últimos advierten que, sólo para comenzar, en la tienda de Antonio Varas “tienen al menos cuatro ministros que son probables candidatos al Senado y nosotros no tenemos nada”, aludiendo al titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, único con militancia; y a los independientes Jaime Mañalich, Carolina Schmidt y Luciano Cruz-Coke, a quienes ven más cerca de sus aliados que de la UDI.
[cita]Como de pragmatismo se trata, quienes insisten en que esta vez la UDI debería levantar a Longueira, aseguran que entre antes se haga mejor, porque así se confirmará “si prende o no y si no prende nos cuadramos todos con Golborne”.[/cita]
Quienes están inquietos ante lo que pueda pasar con la UDI —en el marco de las elecciones municipales y parlamentarias— frente a RN, tienen la convicción de que durante estos años “ellos han fabricado candidatos” y que el gremialismo se ha quedado atrás en eso. En este escenario, un presidenciable que se pudiera negociar sería un beneficio para la tienda de calle Suecia. No obstante, hay otro elemento particularmente importante para un sector del partido y es que “los hombres pasan y las instituciones quedan y Golborne no tiene ningún lazo con nuestro partido”. Aunque admiten que el titular de Obras Públicas “se ha mostrado más cercano a nosotros que a Renovación, se ha resistido a firmar la ficha” y eso sería una demostración de la falta de apego del ministro con la tienda, lo que también genera un poco de desconfianza en algunos.
Pero como de pragmatismo se trata, quienes insisten en que esta vez la UDI debería levantar a Longueira, aseguran que entre antes se haga mejor, porque así se confirmará “si prende o no y si no prende nos cuadramos todos con Golborne”.
Aparentemente lo que provocó que se iniciara este debate oficioso al interior de la UDI habría sido una larga reunión que sostuvo el diputado Gustavo Hasbún con el titular de Obras Públicas el lunes 20 de febrero, alrededor del medio día, en las oficinas del ministro. Consultado sobre el tema, el legislador —que actualmente preside la Comisión de Obras Públicas de la Cámara Baja—, se limitó a señalar que la cita tuvo como finalidad “coordinarse para el trabajo del año”. Pero quienes supieron del contenido del encuentro, afirman que se terminó “hablando de la vida y también de la presidencial”.
A partir de esa cita, que se prolongó alrededor de dos horas, en la tienda hay quienes han comenzado a señalar a Hasbún como el “jefe de campaña” de Golborne en el partido. Pero él no sería el único dispuesto a respaldar a una carta que, a estas alturas, parece segura. Quienes están en esta línea, esgrimiendo también el pragmatismo, como el elemento para inclinarse por el titular de Obras Públicas, sostienen que si la UDI quiere llegar a La Moneda tiene que optar por el candidato que sea más seguro. Y descartan que el hecho de que el ministro se haya negado permanentemente a militar en la tienda constituya un motivo para descartar su candidatura.
Mirando hacia los comicios municipales de octubre, incluso se plantea el hecho de que es altamente probable que la mayoría de los candidatos opten por “tomarse la foto con Golborne”, por su alto grado de popularidad. Por lo que sería él quien mejor aseguraría que la UDI pueda mantener lo que tiene en los procesos eleccionarios que están por venir y que además podría llevar al partido a La Moneda. Un diputado advierte: “la mejor primaria (presidencial) va a ser la municipal y en esa, Golborne, va a ganar”.
