Nuevo presidente de la energética más grande de latinoamérica
En un gesto de transparencia, el nuevo presidente de Enersis habló del pololeo «formal y serio» que mantiene con la jefa de la Segpres, institución que es el puente entre el Ejecutivo y el Congreso durante la tramitación de las leyes. «Esto de los rumores cuando eres una persona pública es muy latero», dijo.
Habitualmente Jorge Rosenblut, nuevo presidente de la energética Enersis (luego de años como ejecutivo en la filial Endesa), ha tenido su centro de operaciones en Miami, con visitas regulares a Santiago. Pero desde ahora, Rosenblut estará más tiempo en Chile. Con humor reconoció, en revista Capital, que «los ejes se están cambiando en forma natural».
En una larga entrevista con la publicación, donde entrega sus definiciones sobre temas de interés público, Rosenblut se refiere a la relación que mantiene desde hace algunos meses con Ximena Rincón, ministra Secretaria General de la Presidencia. «La respuesta es sí, es una relación formal y seria. Ahora, el resto queda en el ámbito privado», admitió el ejecutivo, luego de que el romance se hiciera público en una nota de La Segunda hace un par de semanas.
Prágmático, Rosenblut aseguró que esta decisión de publicar un asunto que en efecto atañe a su vida privada está motivada por la transparencia.»No es la primera ni la última vez que personas públicas establecen vínculos afectivos. Lo importante es que cada uno ejerza los roles y responsabilidades propias de sus funciones. Hemos actuado con transparencia y continuaremos actuando en consecuencia», dijo.
«Esto de los rumores cuando eres una persona pública es muy latero. Por eso te digo que hemos actuado con transparencia», agregó.
El conflicto de interés surgiría, por ejemplo, si Ximena Rincón formara parte del comité de ministros que decidiera sobre un proyecto con implicancias medioambientales que tuviera relación con Enersis, o cualquier ley que tuviera efectos en el mercado energético, ya que la ministra actúa como puente entre La Moneda y el Congreso.
Este gesto de transparencia ocurre además a horas de que comience a regir la Ley del Lobby que obliga entre otras cosas a hacer públicas las agendas de las autoridades.
Paralelamente, Rosenblut reconoce tener una sensibilidad política de centroizquierda, que se expresó en una militancia en el PPD que dejó hace 15 años. Pero mantiene relaciones políticas a nivel transversal.
«Desde que volví a Chile en 1990, uno ha tenido una forma de relacionarse que es abrir puertas, construir diálogos, tener conversaciones y generar relaciones no transaccionales. Mi red de contactos es muy grande, simplemente porque lo he hecho medianamente bien. Uno no llega a estas cosas solo. El haber trabajado en los gobiernos de Aylwin y Frei Ruiz-Tagle, con equipos espectaculares, que íbamos por todo, son cosas que vas construyendo, son épicas. Entonces, cuando se cree que con los años uno construye tarjeteros, es casi una vulgarización de lo que es la carrera de las personas. Yo no estoy aquí porque llegué solo. Hubo gente como Alejandro Foxley, como José Miguel Insulza con quienes uno construye relaciones que están por sobre cualquier cosa. Y también tengo esa relación con múltiples actores de la Alianza. Con Andrés Allamand, Pablo Longueira. Pero no es que uno venga acá porque tenga un tarjetero potente», aseguró a Capital.
