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La comunidad agrícola rechazó la resolución del SEA que acogió las “Consultas de Pertinencia” presentadas por ambas compañías mineras que les permitiría concretar el acuerdo comercial, con el cual la cuprífera estatal venderá aguas de relave provenientes de su Tranque Ovejería a su socia Angloamerican Sur en el proyecto minero “Los Bronces”, para satisfacer su abastecimiento hídrico y garantizar su continuidad operacional a través del transporte de dicha aguas hasta la planta “Las Tórtolas”.
Este miércoles, la comunidad agrícola de Quilapilún rechazó la resolución del SEA que acogió las “Consultas de Pertinencia” presentadas por Codelco y Angloamerican, con el que la primera podrá vender aguas de relave provenientes de su Tranque Ovejería a su socia Angloamerican Sur en el proyecto minero “Los Bronces”, para satisfacer su abastecimiento hídrico y garantizar su continuidad operacional a través del transporte de dicha aguas hasta la planta “Las Tórtolas”.
Lo resolución del órgano administrativo da luz verde al acuerdo comercial que los agricultores denunciaron a la Superintendencia del Medio Ambiente, en el que aportaron antecedentes que darían cuenta tanto de una elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, como de un fraccionamiento o división de mala fe de los proyectos con el propósito de eludir el escrutinio de la autoridad.
Al respecto, David Ojeda, representante de la Comunidad de Agricultores de Quilapilún informó que el pasado 24 de enero, interpusieron dos “Recursos de Reposición” ante el Servicio de Evaluación Ambiental solicitando que ambos proyectos de las mineras “ingresen obligatoriamente a tramitación medioambiental en el organismo y que además el representante de los agricultores sea considerado oficialmente como “contraparte” en el proceso.
«Cuesta creer la rapidez del Servicio de Evaluación Ambiental para pronunciarse respecto de consultas de pertinencia de alta complejidad técnica y de serio riesgo para el medio ambiente, la salud de las personas y la actividad agrícola”, dijo.
El vocero agregó que “estamos conscientes de que esta batalla es larga, pero no descansaremos hasta que las máximas autoridades den por establecido que el proceso de transporte de estas aguas poseen los estándares medioambientales suficientes para proteger nuestra actividad agrícola, el medio ambiente y la salud de las personas ante eventuales contaminaciones».
Según Ojeda, «es indignante, que durante todo este proceso el Servicio de Avaluación Ambiental (SEA), no haya considerado los impactos individuales y sinérgicos de estos proyectos y la vulnerabilidad de nuestra actividad, dada la actual sequía y el inmenso riesgo al que nos expone al autorizar un proyecto peligroso para toda la comunidad de Colina; y que no haya exigido a las empresas mineras estudiar el potencial impacto que podría provocar un derrame de estos residuos mineros, ni tampoco les haya solicitado considerar las medidas de mitigación o reparación en caso de una rotura de este ducto».
Finalmente señalaron que como organización no permitirán que el sector se transforme «en una ‘zona de sacrificio agrícola’ y de riesgo para la salud de nuestras familias. Utilizaremos todas las instancias administrativas y judiciales que la legislación nos permite para que esta operación comercial, que solo pretende el salvataje de una operación minera (Los Bronces) sea conocida y debidamente evaluada por la autoridad ambiental”.
