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Créditos: Agencia Uno.
La ministra ahora vive en carne propia lo que la oposición vivió en el periodo anterior. Semanas intensas para recomponer relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso y así evitar que floten las acusaciones constitucionales. Con la mitad de la tarea hecha, logrando que no se haya materializado la que sufrió el ministro Giorgio Jackson, asume que su sector también utilizó esa herramienta con un criterio más político que jurídico. Ahora, de cara a la que se someterá la exministra de Justicia Marcela Ríos, retomará el despliegue realizado esta semana.
Desde que Ana Lya Uriarte llegó como ministra secretaria general de la Presidencia, las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo ha tenido mejoras, sin duda. Pero eso no quita que el camino ha estado lleno de dificultades y obstáculos. Hoy por hoy, entre acusaciones constitucionales y una oposición con la que no encuentra mínimos comunes para avanzar, Uriarte asume vicios de la política que entrampan los acuerdos. Vicios que, cuando su partido era la oposición, también cometió.
En conversación con El Mercurio, la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte contó la intensidad con la que trabaja para lograr los triunfos para el gobierno, aún cuando no han sido muchos. El último fue la fallida acusación constitucional contra el ministro Giorgio Jackson que, tras el resultado, declaró que lo vivió como «una semana de trabajo con un gran alivio», porque cree que «ha primado la justicia».
La ministra cree que la acusación constitucional es un recurso que se ha ocupado indistintamente de manera tergiversada y desde hace mucho tiempo. Como por ejemplo, con Yasna Provoste cuando fue ministra de educación y Harald Beyer en la misma cartera: «Transversalmente, todos los partidos políticos, e incluyendo a mi sector, han hecho un uso impropio y en ocasiones abusivo del mecanismo de acusación constitucional»
Tras ser preguntada si creía que el caso de la acusación constitucional de Sebastián Piñera y el ex ministro Chadwick fueron eventos injustos, declaró no conocer el detalle de cada una de las acusaciones. Sin embargo, advierte que, debido al ambiente político de tal crispación «pueden estar sesgadas también por ese factor». En definitiva, acusaciones más de corte «político que jurídico».
Respecto a la acusación constitucional que se definirá esta semana hacia la ex ministra de Justicia Marcela Ríos, declara que acompañará a la ex ministra porque «los hechos por los cuales se le atribuye una infracción son hechos que tienen que ver con su tarea como ministra», específicamente, por los indultos. Ante este escenario, Uriarte ratifica que «los indultos han sido un tema que decidió el Presidente, y el gabinete apoya al Presidente en esa decisión». Sin embargo, asume que ha sido un tema que «ha tenido un costo político importante».
