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Crédito: Memoria viva
el ex médico de la CNI Manfredo Jurgensen Caesar, condenado a 8 años de cárcel como coautor del homicidio calificado de profesor y militante del MIR Federico Álvarez Santibáñez, en 1979, fue detenido el sábado pasado por la tarde. Tras su detención en Argentina, la ministra en visita Paola Plaza solicitó a Argentina su arresto con fines de extradición hacia Chile.
En un control migratorio del aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires, mientras intentaba abordar un vuelo con destino a Alemania, el ex médico de la CNI Manfredo Jurgensen Caesar, condenado a 8 años de cárcel como coautor del homicidio calificado de profesor y militante del MIR, Federico Álvarez Santibáñez, en 1979, fue detenido el sábado pasado por la tarde.
El facultativo se encontraba prófugo de la justicia desde enero pasado cuando el tribunal lo condenó junto a otros ex agentes por el crimen Álvarez Santibañez.
Tras su detención en Argentina, la ministra en visita por varias causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, solicitó a Argentina su arresto con fines de extradición.
El abogado Francisco Bustos, del estudio Caucoto Abogados, querellantes en el caso, señaló que: “Hace unos meses habíamos alertado que tanto Jurgensen y otros perpetradores -condenados por delitos de lesa humanidad- se encuentran prófugos. Por lo tanto, es un avance en la lucha contra la impunidad en el caso del crimen del profesor Federico Álvarez. Aún se mantiene prófugo Jorge Vargas, miembro de la CNI por el mismo crimen”, sostuvo el abogado.
Durante este tiempo la defensa de Jurgensen, en paralelo, solicitó sin éxito sustituir la pena privativa de libertad por prisión domiciliaria, aludiendo a la edad y estado de salud del sentenciado.
La extradición del ex colaborador de la CNI dependerá de la decisión juez federal Ernesto Kreplak y podría demorar varios meses. Con todo, es posible que su defensa opte por renunciar a la extradición lo que permitiría ser expulsado de Argentina -como ocurrió con el también condenado Walter Klug- para así evitar purgar en una cárcel trasandina durante toda la duración del juicio de extradición.
Según el expediente del caso, Federico Álvarez Santibáñez fue detenido el 14 de agosto de 1976 cuando distribuía panfletos contra la dictadura. Luego, fue entregado a la CNI, cuyos agentes lo torturaron durante cinco días, hasta que fue llevado a una fiscalía militar, a la que ingresó agonizante. Durante este tiempo, Álvarez fue revisado por tres médicos de la CNI, quienes en sus informes acreditaban el buen estado de salud de la víctima, y uno de ellos era Jurgensen.
Por sus lesiones fue trasladado a un recinto hospitalario, donde murió poco después. De acuerdo al expediente, la CNI afirmó que Álvarez fue golpeado en la cabeza por los efectivos de Carabineros que lo detuvieron, pero los médicos que lo atendieron certificaron que presentaba contusiones múltiples, quemaduras con cigarrillos, quemaduras eléctricas, fracturas costales y contusión pulmonar.
Desde la Subsecretaría de DD.HH. informaron que junto con Jurgensen habrían otros cinco ex agentes que se encuentran prófugos de la justicia después de ser condenados por su participación en crímenes de lesa humanidad.
