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Los escenarios del domingo que ponen tensión a los bloques de Kast y Jara por margen de diferencia PAÍS Agencia UNO

Los escenarios del domingo que ponen tensión a los bloques de Kast y Jara por margen de diferencia

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Carlos Saldivia
Por : Carlos Saldivia Periodista de El Mostrador
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En el oficialismo y la derecha dan por descontada la victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta. El debate ya no es quién gana, sino por cuánto: una derrota amplia de Jara podría desatar una crisis profunda en la centroizquierda; una victoria ajustada pareciera dar margen a negociaciones.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta se considera inminente, con proyecciones de 60% a 40%. El peor escenario para la centroizquierda es una “debacle” si Jeannette Jara obtiene menos del 40%, lo que forzaría la renuncia de los líderes de los partidos. Sin embargo, la ex-Concertación teme que un margen estrecho (menor a ocho puntos) sea una “derrota neutra” que fortalezca a Jara y consolide una oposición ordenada. Por el lado de la derecha, tiene la “absoluta certeza” de que Kast “no puede gobernar solo” por falta de cuadros y equipos.
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En el comando de la abanderada Jeannette Jara tienen el mismo diagnóstico y el mismo nerviosismo que en el de su contendiente opositor José Antonio Kast. En ambos frentes coinciden en que la probabilidad es que gane Kast. Y el nerviosismo está en si la diferencia será por 10 puntos o si rozará los 20.

“El peor escenario no es una derrota de Jara, lo peor va a ser una segunda vuelta el 2030 entre Parisi y Boric. La cosa está más o menos clara. Va a ganar Kast. No tiene mayor importancia la diferencia, esto será un plebiscito al Gobierno de Boric. Los votos ya no dicen nada porque gente que hoy vota Kast mañana vota por Parisi o por Jara, no hay fidelidad sin voto voluntario”, comenta un dirigente comunista del comando

Algunos círculos políticos cercanos al Partido Comunista (PC) dan por descontada la victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial, con la consiguiente derrota de la candidata Jeannette Jara, interpretando el evento no como una elección entre contendores, sino como un referéndum directo sobre la figura del Presidente Boric.

La clave de la elección según esta interpretación, reside en que el resultado no será un voto a favor o en contra de Kast, ni tampoco un apoyo o rechazo a Jara o al Partido Comunista, sino que la segunda vuelta se convertirá nuevamente en un “plebiscito a favor o en contra de Boric”, quien logró situarse una vez más en el centro del debate político.

No obstante, consideran que la victoria de Kast no implica que el nuevo Ejecutivo pueda hacer cambios radicales, ya que “dada la institucionalidad existente en Chile, el Gobierno de Kast no va a quedar debilitado y tampoco puede hacer mucho más. Boric era de la ultraizquierda y mira que no hizo mucho”, dice un dirigente.

Oficialismo y el balotaje

En el seno del oficialismo se da por descontado el triunfo de José Antonio Kast. El debate se centra en el margen de la derrota de Jeannette Jara y sus consecuencias. Si Kast se acerca al 70% de los votos, lo que la derecha obtuvo en la primera vuelta, se anticipa una profunda crisis interna en el bloque de izquierda y una mayor autonomía para que Kast arme su Gobierno.

El peor escenario para la centroizquierda, indican, es que Jara obtenga cerca del 37%, lo que se consideraría una “debacle” que forzaría peticiones de renuncia de los presidentes de todos los partidos. Un resultado similar o bajo el 40%, para algunos observadores, sería considerado el “escenario catastrófico” para la centroizquierda y obligaría a realizar una “autocrítica real” para enmendar el rumbo con realismo.

En el Socialismo Democrático, el triunfo de José Antonio Kast en el balotaje se da también por asegurado, proyectando un amplio margen sobre la candidata Jeannette Jara. Los análisis internos se centran ahora en las implicaciones que tendrá la magnitud de la derrota para la centroizquierda y para la futura gobernabilidad de Kast.

Según encuestas internas manejadas por el oficialismo, el margen de victoria de Kast se situaría en un contundente 60% contra 40% a favor del abanderado de la derecha nacionalista y conservadora. Las proyecciones más optimistas para la centroizquierda manejan un escenario de 57% para Kast y 47% para Jara, asumiendo un 10% de votos nulos y blancos.

La influencia del margen en el bloque de derecha

Según explican, la magnitud del triunfo de Kast impacta directamente en las relaciones de poder dentro de la derecha, particularmente con Chile Vamos. Si Kast obtiene muchos votos, la coalición republicana los necesitará menos; si saca menos respaldo, los necesitará más.

A pesar de la proyectada victoria de la oposición, los analistas recuerdan que en el ámbito parlamentario la izquierda mantuvo su fuerza: el PS, el PPD, la DC, el FA y el PC “se mantuvieron en pie”.

Esa denomina “solidez en el Congreso” afirman en el PS indica que estos partidos tendrán la fuerza necesaria para enfrentar a Kast, incluso si este arrasa en la segunda vuelta.

Desde la coalición Chile Vamos afirman que las proyecciones manejadas por las encuestadoras sitúan a Kast en un rango que bordea el 55% o bajo el 60%.

Para la centroderecha será una elección cargada de simbolismos: llegaría a La Moneda un hombre que votó por el “Sí” en 1988, donde muchos niegan el cambio climático, sin mayorías en el Congreso, pero con “la votación más alta de la historia de Chile”, en términos de cantidad de votos.

En RN pronostican que la candidata Jeannette Jara, por su parte, obtendría una votación que superaría el umbral del 40%, posiblemente alcanzando el 41% o 42%. Los analistas de RN señalan que, si bien Jara no ha sido una buena candidata, “la base histórica de este Gobierno no va a permitir sacar menos del 40, digamos”, recalcan.

En RN y la UDI coinciden en que el porcentaje de votos de Kast incide directamente en su legitimidad para desarrollar su programa y, crucialmente, en su relación con sus futuros socios. Sin embargo, la conclusión más relevante en Chile Vamos es que Kast tiene la “absoluta certeza de que no puede gobernar solo”, por falta de equipos para 3.500 cargos clave, la inexperiencia y la ausencia de habilidad para conformar gabinetes sin ayuda.

En Renovación Nacional señalan que es ese partido el que ha estado en los temas de seguridad y que podría ser una bisagra hacia la oposición, por lo que se ven en el Comité Político. A pesar de contar con solo 13 diputados, RN mantiene una sólida bancada de ocho senadores. Esta fuerza en el Senado asegura que, si algo “quiere aprobarse en Chile, va a tener que pasar por Renovación Nacional”.

En la ex Concertación sostienen que la preocupación central de los republicanos se enfoca en el margen de la victoria, el cual definirá la gobernabilidad de Kast y el futuro político de la actual coalición oficialista como oposición.

En Demócratas y Amarillos explican que el mejor escenario para Kast y el peor para la centroizquierda es un 60% a 40%. Una cifra que se acerca al resultado del primer plebiscito constitucional y se interpretará como una “señal política real” de que la votación se convirtió en un plebiscito contra Boric.

Una derrota con una diferencia menor a ocho puntos sería una “derrota neutra”, porque permitiría al oficialismo leer el resultado como un avance y un contrapeso en el electorado. Un resultado ajustado (por ejemplo, 54%-46%) implicaría que los partidarios de Jara alegarían que están “solo a cuatro puntos de ser la mayoría”.

En el Partido Republicano muestran cierto nerviosismo sobre la diferencia y su calculo es una victoria entre 55 y 58%. Y coinciden en que más cerca del 62% le sería más fácil a la nueva administración “implementar su agenda y programa de gobierno, sin tanta dependencia del PDG”.

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