PAÍS
Agencia Uno
Kaiser llega con su “agenda” a “La Moneda chica” de J.A. Kast para integrarse a su gobierno
Johannes Kaiser llegó a “La Moneda chica” para avanzar en conversaciones que permitirían la integración del Partido Nacional Libertario al gobierno de José Antonio Kast. Dijo esperar un diálogo “amistoso” y afirmó que llega “solo con una agenda”.
Durante la mañana de este martes, cerca de las 10:30 horas, el diputado y presidente del Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, llegó hasta La Gloria 88, conocida como la “Moneda chica” del presidente electo José Antonio Kast, para continuar las conversaciones que buscan definir una eventual integración de su colectividad al futuro gobierno.
Su presencia generó inmediato interés de la prensa, ante las negociaciones que se vienen desarrollando durante los últimos días. Kaiser fue consultado respecto del tono con el que afrontará el encuentro y señaló que será una conversación abierta y sin confrontaciones.
“La reunión va a ser en los términos más amistosos posibles”, afirmó, añadiendo con humor: “Como ven, vengo solamente armado con una agenda”, aludiendo al cuaderno que llevaba en la mano al momento de ingresar.
El diputado libertario también fue consultado por la disposición del Partido Republicano para recibir a los Nacionales Libertarios en el esquema del próximo gobierno y aseguró que espera una buena recepción: “Absolutamente”, sostuvo ante la pregunta de si anticipa un buen ambiente de parte de la colectividad del presidente electo.
En la antesala del encuentro, se le preguntó igualmente por los eventuales puntos no negociables de su sector. Kaiser reiteró que entre sus observaciones ya mencionadas se encuentran la no continuidad del Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG) y la Educación Sexual Integral (ESI). Sin embargo, evitó detallar nuevas exigencias. “Bueno, eso lo vamos a conversar más adelante”, señaló.
Tras una reunión de poco más de dos horas, Johannes Kaiser y Claudio Alvarado emitieron una declaración conjunta que dejó entrever disposición a colaborar, pero también un pliego de inquietudes que no pasan inadvertidas.
“Vemos con optimismo la posibilidad de poder integrarnos a la administración en el futuro”, afirmó Kaiser, subrayando que el diálogo incluyó reparos a la reforma al Poder Judicial y a la continuidad de programas con “profundo contenido ideológico”, algunos heredados de este y de gobiernos anteriores. Según el excandidato presidencial, estas iniciativas generan incomodidad en su militancia y electorado, y el punto habría sido recibido con “comprensión”.
Uno de los temas más sensibles —la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo— fue cuidadosamente deslindado. Kaiser aseguró que no formó parte de la conversación, calificándolo como “un tema del Congreso”, aunque sin cerrar la puerta a que su partido impulse modificaciones, particularmente en la causal de violación, una bandera que ya había levantado durante la campaña.
Sobre un eventual desembarco del PNL en el gabinete, Kaiser se mostró cauto y hasta irónico. “¿Ministro de qué iglesia?”, respondió ante la consulta, recordando que la conformación del equipo es prerrogativa exclusiva del Presidente y advirtiendo que quienes buscan cargos “por la prensa” terminan “en la banca”.
La advertencia no es menor. Incluso desde su propio sector, el diputado Cristián Labbé transparentó reparos a que Kaiser asuma un ministerio, privilegiando su rol articulador y una eventual futura candidatura presidencial.
Alvarado, por su parte, optó por un tono más institucional: “Todo gobierno tiene la obligación de escuchar”, señaló, dejando la puerta abierta a seguir conversando tiempos y formas. En la antesala de definiciones clave, la señal es clara: la unidad se negocia, pero no sin condiciones.