Lo sucedido con la estatua del general Baquedano obliga a debatir sobre lo que se entiende como espacios colectivos en las ciudades, que para los urbanistas Genaro Cuadros (académico de la UAHC) y Lake Sagaris (Centro de Desarrollo de Urbanismo Sustentable de la UC) debe ser un reflejo de la memoria histórica y, por lo mismo –recalcaron–, es clave que sea definido a partir de mínimos comunes surgidos de una conversación democrática, con argumentos, sin imposición de una sola mirada. Para Sagaris, el lugar en que se ubica la Plaza Italia «debería ser bellísimo, es importante en el imaginario chileno, no solo de los santiaguinos, sino para la psiquis del país (…). Tiene que pasar a representar una refundación de la sociedad chilena». Cuadros agregó que convertir en patrimonio un espacio «es mucho más que una estatua, hay muchas maneras de hacerlo» y que «sin quererlo el Gobierno de Sebastián Piñera ha fabricado su primera estatua, ¡y es terrible! (…), lo que representa es muy lúcido, aunque fuera involuntario: la incapacidad del Estado de comprender lo que les sucede a sus ciudadanos, de dialogar, y la tozudez de insistir en algo que está superado por los hechos».
