Investigación
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Muñeca Bielorrusa: los enigmáticos chats sobre lingotes de oro puro
Harold Pizarro Iturrieta, imputado por lavado de activos, ya estuvo acusado del mismo delito en una causa por contrabando de oro, pero fue beneficiado con una suspensión condicional. Su defensor en dicha causa era uno de los abogados actualmente detenidos.
Dentro del maremágnum de información que se desató a partir del martes en la noche, cuando la Fiscalía de Los Lagos y el OS-7 concretaron allanamientos y órdenes de detención en el marco del caso de corrupción judicial investigado en torno a la exministra de la Corte Suprema Angela Vivanco –caso conocido como Muñeca Bielorrusa–, pocos repararon en uno de los aspectos más llamativos del asunto: el posible intento de lavar dinero por medio de la adquisición de lingotes de oro.
En efecto, según información recopilada por la policía uniformada, hay varios chats en los cuales el abogado Carlos Eduardo Lagos Herrera pide al dueño de la casa de cambios “Suiza”, Harold Pizarro Iturrieta, fotografías de lingotes de oro, diálogos fechados entre el 16 y el 18 de octubre de 2023.
Pizarro es una pieza clave en toda la historia, pues –según el Ministerio Público– fue parte del esquema del lavado de dinero que, de acuerdo con el organismo persecutor, fue pagado a Vivanco como parte de sus fallos favorables al consorcio chileno bielorruso Belaz Movitec (CBM).
La primera operación en la cual la Fiscalía le atribuye participación ocurrió el 14 de diciembre de 2023. El día previo, Lagos recibió 198 millones de pesos de parte de la empresa Movitec, tras lo cual le entregó un cheque por 70 millones de pesos a Pizarro, pero a nombre de su hijo, Cristian Pizarro Cornejo. Este lo cobró en el Banco Itaú de calle Bandera y le llevó el dinero a su padre, quien lo convirtió en dólares americanos, sin registrar la operación (a lo que está obligado, dado su giro de negocios).
Tras ello, indica la documentación del caso, “Pizarro Iturrieta se trasladó a la oficina de los abogados imputados ubicada en calle El Regidor N° 66, piso 14, comuna de Las Condes, donde hizo entrega de los 70 millones de pesos en dólares americanos, calculados a la fecha en aproximadamente USD $79.908, al imputado Lagos Herrera”. La policía encontró audios que dan cuenta de ese traspaso de dinero. En uno de ellos, Pizarro indica a Lagos que “salió todo bien con esto, te llevo unos billetes nuevecitos, impecables”.
Posteriormente, la pareja de la exministra Vivanco, Gonzalo Migueles Oteíza, fue a la oficina de los abogados Lagos y Vargas, quienes le entregaron a lo menos 14 mil dólares, “como retribución por la intervención a favor de la empresa CMB de Vivanco Martínez en el ejercicio de sus funciones como ministra de la Corte Suprema”. Poco después de eso, Vivanco pagó 1.900 dólares de su tarjeta de crédito y Migueles casi 13 mil de las suyas.
Los 45 millones
El 14 de junio de 2024, el abogado Lagos giró un cheque por 45 millones de pesos, “a fin de hacer la entrega del beneficio económico, por medio de Migueles Oteíza, a la ministra Vivanco”.
Según la solicitud de detención realizada ante el Séptimo Juzgado de Garantía, sabiendo del origen ilícito de los fondos, Pizarro “aceptó efectuar las operaciones solicitadas por el abogado Lagos con negligencia inexcusable, sin consultar por el origen de los fondos”, en función de lo cual Lagos hizo el cheque a nombre de un trabajador de la casa de cambios, Miguel Ángel Obieta Rodríguez, quien cambió el documento en la sucursal Bandera del banco Itaú, el 17 de junio, tras lo cual llevó el dinero de vuelta a Pizarro, en lo que para la Fiscalía constituye un acto de “fraccionamiento y ensombrecimiento del origen ilegal de los bienes”.
Tras ello, Pizarro devolvió los mismos 45 millones de pesos a Migueles, pero en efectivo, tanto en pesos chilenos como en dólares, lo que se hizo el mismo día, a las afueras de la casa de cambio, en plena calle Agustinas, a la altura del 1036.
Fue tras ello que Migueles partió en su auto hasta la oficina del conservador de Bienes Raíces de Puente Alto, Sergio Yaber Lozano, entregándole los 45 millones e instruyéndole que una parte debía depositársela al conservador de Bienes Raíces de Chillán, Yamil Najle.
Yaber hizo ese día dos depósitos en su cuenta del BCI, por 11 y 14 millones, transfiriendo luego 24.750.000 a la cuenta corriente de Najle en el Banco Santander, por medio de cinco transferencias en total, cuatro por 5 millones de pesos y una por 4.750.000. Luego, desde otra cuenta, le transfirió los 250 mil pesos restantes.
Entre el 18 y el 28 de junio, Najle hizo varios depósitos hacia la cuenta de Migueles, por casi 20 millones. Otros 20 millones los depositó en la cuenta corriente de la sociedad periodística El Heraldo EIRL, desde donde a su vez efectuó cuatro transferencias a Migueles, por los 25 millones restantes.
Con esos dineros, Migueles pagó –entre otras cosas– un sobregiro de 13 millones de pesos en su cuenta corriente, los dividendos de su casa, un crédito y otra deuda de sus tarjetas de crédito, esta vez por 23 millones.
Un viejo conocido
En octubre de 2023, cuando aún se discutía en la Suprema un recurso de nulidad interpuesto por Codelco en contra de la decisión de la Sala presidida por Vivanco en la Corte Suprema, que obligaba a la cuprífera a pagar más de 4 mil millones de pesos a CMB por el concepto de “desmovilización”, fue que Eduardo Lagos (EL), abogado del consorcio chileno-bielorruso, junto a su socio Mario Vargas Cociña, se contactó con Harold Pizarro (HP), a fin de pedirle por WhatsApp algo urgente, el 16 de octubre de ese año:
EL: Harold, cómo estás?
EL: Favor grande. Tienes fotos de los lingotes?
Hubo un par de llamados perdidos en medio, pero no pudieron comunicase.
Al día siguiente, Lagos le pidió reunirse:
EL: Harold, cómo estás?
EL: Podremos cambiar a las 12:00?
HP: Ok, estaré ahí.
EL: Súper, muchas gracias.
EL: Disculpa, llegaré algunos minutos después.
HP: Sí, espero estoy acá.
EL: Muchas gracias. Manejo en taco por Costanera.
Volvieron a comunicarse al día siguiente, nuevamente a instancias de Lagos.
EL: Harold, buenos días. Cómo estás?
EL: Por favor no olvides las fotos.
HP: OK, buen día.
EL: Muchas gracias.
HP: Hay un par con este ribete y los demás son lisos –respondió Pizarro, adjuntando la foto que encabeza esta página, una imagen bajada de internet que muestra cinco lingotes de oro de un kilo cada uno, con el cuño de la empresa de oro alemana Degussa y la indicación 999,9; es decir, con casi un 100% de pureza, lo que equivale a oro de 24 kilates. A valor de mercado, cada kilo de esa calidad, la máxima, vale del orden de los 120 millones de pesos.
EL: Si tiene(s) otra óptimo.
Según el análisis de la Fiscalía, la mención a algunos lingotes “lisos” se refiere a “oro no registrable”, ante lo cual “se desprende que, en el contexto de la investigación patrimonial, parte de los activos de Eduardo Lagos, en lo que nos interesa, obtenidos con ocasión del delito de cohecho/soborno investigado, podrían estar respaldados en oro, metal de alto valor”.

El Audi que le fue incautado a Pizarro.
Los reyes del oro
Harold Pizarro es un viejo conocido de la Justicia. En 2021 fue detenido junto a otras 37 personas en una investigación dirigida por el fiscal jefe de Pudahuel, Eduardo Baeza, denominada “Rey Midas”, en que se investigaba a varios clanes familiares que desde Chile contrabandeaban oro a distintos países –entre ellos, Dubái–, utilizando distintos mecanismos.
Pizarro fue acusado de permitir que su casa de cambios fuera utilizada por otro de los imputados (Eduardo González) para realizar “cambios de altos montos de divisas de los dineros provenientes de las actividades ilícitas a las cuales se dedica toda la Organización Criminal, blanqueando, ocultando y disimulando el origen ilícito de los dineros obtenidos por las actividades criminales, e ingresando dinero sucio al sistema financiero formal”.
Asimismo –según lo indagado–, le vendía dólares a González sin factura, declaración de fondos ni mucho menos reportar las operaciones sospechosas a la Unidad de Análisis Financiero (UAF); es decir, lo mismo de lo que es acusado ahora. González, a su vez –como indica uno de los informes de la Fiscalía de Pudahuel–, estaba vinculado con Harold Vilches Pizarro, el famoso “rey del oro”, que es sobrino de Pizarro Iturrieta y que ganó notoriedad años atrás cuando fue detenido, muy joven, por el contrabando de cientos de kilos de oro.
De acuerdo con los antecedentes recopilados en su momento por la Fiscalía de Pudahuel, Pizarro Iturrieta compró 2.3 kilos de oro ilícito, tasados en 100 millones de pesos aproximadamente (en 2019), que luego entregó a González. Asimismo, lo acusaron de lavado de activos, específicamente, de estratificar los dineros ilícitos. Una escucha de su teléfono fue descrita del siguiente modo por el Ministerio Público: “Eduardo habla con Harold a quien le dice si tiene la posibilidad de facturarle 48.000 dólares. Harold le pregunta si los quiere como si él le comprara y Eduardo le dice que sí. Harold le dice que sí. Harold le dice que esperen un poco porque él necesita vender”.
De hecho, a juicio del Ministerio Público, la casa de cambios de Pizarro se utilizaba “para el cambio de divisas y el lavado de activos dentro de la organización”.
En septiembre de 2021 fue formalizado por receptación aduanera y lavado de activos y la policía incautó a Pizarro Iturrieta el Audi A6 año 2017 que ocupaba, un vehículo que compró en 37 millones de pesos y que, según el Ministerio Público, utilizaba “en las actividades de contrabando, trasladándose en el vehículo incautado de un punto a otro, por ello, fue usado para transportar oro, siendo un medio para la comisión del delito”.
Sin embargo, en una audiencia realizada el 15 de noviembre de 2001, ante el Primer Juzgado de Garantía de Santiago, su defensa logró que el tribunal descartara que el vehículo fuera producto de dineros ilícitos, por lo cual ordenó que se lo devolvieran.
Por cierto, los abogados de Pizarro eran Mario Vargas y Carlos Eduardo Lagos, quienes posteriormente lograron que la acusación en contra de su defendido quedara sin efecto y, a cambio, se le ofreciera una salida alternativa: una suspensión condicional del procedimiento, por la cual este se ofreció a pagar 100 millones de pesos, fraccionados en 11 cuotas de poco más de nueve millones mensuales, las que canceló sin problemas, motivo por el cual en abril de 2024 fue sobreseído totalmente de la primera acusación por lavado de activos en que fue imputado.
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