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“El gringo rojo”, la historia del atípico cantante estadounidense que apoyó a la UP La cinta se estrenará oficialmente el 15 de marzo en el Museo de la Memoria

“El gringo rojo”, la historia del atípico cantante estadounidense que apoyó a la UP

El film del cineasta Miguel Angel Vidaurre cuenta la historia de Dean Reed, que interpretó a Víctor Jara en la película alemana “El cantor” (1978) y murió en extrañas circunstancias en 1986 en Alemania Oriental. “Fue una figura de la cultura pop instalada en el centro de un feroz torbellino político en plena Guerra Fría”, dice el autor.


Un documental que retrata la historia de Dean Reed, un cantante estadounidense que apoyó la causa de la Unidad Popular y terminó viviendo en la República Democrática Alemana (RDA), vivió su pre estreno el pasado jueves en la Cineteca Nacional.

Se trata de “El gringo rojo”, del cineasta Miguel Ángel Vidaurre, un film de 70 minutos que rescata el paso por Chile del artista, que en 1978 filmó para la televisión de la RDA la película “El cantor”, donde interpretaba a Víctor Jara.

La cinta se estrenará oficialmente el 15 de marzo en el Museo de la Memoria, y desde el 17 de marzo se estrenara en diversas salas alternativas en Santiago y a lo largo de Chile.

Francisco Venegas, jefe de programación de la Cineteca Nacional, destaca que este documental, al igual que los otros cinco preestrenos que consideró el 6ª Festival de la Cineteca Nacional, corresponde a una cinta que debutará en salas durante este año. Este filme, en especial, no se había mostrado previamente.

“Una de las virtudes de este documental, que tiene un montaje pop muy acorde con el personaje, es que está hecho en un 90% de imágenes de archivo y la historia se reconstruye a partir de estos registros de grabaciones de televisión, de entrevistas diversas”, dice Venegas, quien cree que un atractivo de la historia reside en que este músico era atípico incluso para los años sesenta.

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Conciertos clandestinos

Reed fue un músico que se radicalizó políticamente siendo un cantante pop y no folk, como otros artistas norteamericanos comprometidos de la época, al estilo de Bob Dylan o Joan Baez. De hecho se autodenominaba marxista.

Nació en 1938 en Colorado, Estados Unidos, donde a fines de los 50 tuvo algunos éxitos como cantante. Sin embargo, tras una gira por Chile y Perú se estableció en Sudamérica, específicamente en Argentina, por cuatro años. Allí incluso filmó en 1966 una película con el cantante Ramón “Palito” Ortega, hasta que ese mismo año fue expulsado del país trasandino.

Tras vivir en Italia, en 1970 se estableció en a RDA, país desde el cual visitó el Chile de la Unidad Popular, entre otros al presidente Salvador Allende, cuya muerte le golpeó duramente. Y aunque tras el golpe militar volvió a Chile en 1983 como turista, fue expulsado por la dictadura tras rendir un homenaje a Jara y cantar “Venceremos” para los mineros de El Teniente y estudiantes del ex Pedagógico en Santiago.

reed revista

Torbellino político

“Fue una figura de la cultura pop instalada en el centro de un feroz torbellino político en plena Guerra Fría, y se desplazó por ese mundo de una manera aparentemente arbitraria, pero sin embargo atractivamente oportuna en sus viajes y apariciones”, dice Vidaurre.

“Personalmente no tengo cercanía con las figuras heroicas y mucho menos con los mártires, me siento más ligado a las personas comunes y su permanente extravío en la historia. Puedo entender a los que cambian de opinión política de un día para otro, y no rechazo brutalmente la traición como una forma de experiencia política”.

Para este cineasta, Reed fue una figura excéntrica, risible en ocasiones, amable y amorosa en otras. “Su legado es la posibilidad de una política pop, es posible que su trayectoria vinculada al proyecto de la UP podría considerarse como la emergencia de una política post moderna”.

Destino impreciso

Durante la UP, la popularidad de Reed en Chile era tal que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) encargó al cineasta José Román hacer un documental sobre el artista.

“Es una anomalía histórica, el Partido Comunista chileno realizando un documental pop sobre un cantante gringo que apoyaba a Allende, notable”, comenta Vidaurre.

Y aunque ese trabajo nunca se terminó por el golpe militar, el cineasta pudo hallar parte del material para realizar su propio trabajo.

“El destino del trabajo que realizo Román es impreciso”, señala. “Él supone que fue destruido en el momento del golpe. (…) Nosotros sólo hemos logrado rescatar aquellos trozos que deambulaban en Internet, posiblemente fragmentos del ‘video clip’ que Román le editó a Reed”.

A Vidaurre siempre le han gustado los personajes secundarios de la historia, “aquellos que parecen estar un poco extraviados de la historia con mayúscula, y al poco tiempo de comenzar a investigar sobre Dean Reed, ya le habíamos tomado cariño al gringo”.

“Es fascinante reconstruir la historia local a partir de jirones, de pedazos de memoria”, comenta. “Nunca se me ocurriría hacer un documental sobre Allende por ejemplo, o Pinochet, pero me encantaría hacer uno sobre fragmentos de la cultura pop durante la dictadura, es decir contemplar aquellos años mediante los filtros de lo que veíamos en televisión, en los cine rotativos, en las radios AM, etc. Aquello que parece ser lo que sobra de la cultura, sin embargo me fascinan esas sobras”.

Muerte extraña

En 1986, el año de su muerte, Reed volvió a Estados Unidos por primera vez en muchos años, donde concedió varias entrevistas en televisión y se enfrentó con su familia y amigos por sus opiniones políticas.

Aunque volvió a la RDA, en junio de ese año desapareció por cinco días y luego su cadáver fue hallado en un lago. Se habló de accidente, suicidio e incluso asesinato, pero su muerte nunca se aclaró.

“Muchas personas cuestionaban mi proyecto por dos motivos principalmente, uno porque no me encargaba de explicar las razones de sus cambios ideológicos, el otro, porque tampoco me interesaba, indagar en las causas de su muerte”, relata Vidaurra.

“Personalmente no me interesa mucho ninguna de las dos, como uno viva y se transforme, o como muera, son cosas difícilmente explicables en una entrevistas… prefiero que cada cual saque sus conclusiones…”.

“Si me preguntan creo que su muerte esta más cercana a un suicidio que a un asesinato, aunque en países como Alemania Oriental no eran temas contradictorios… Posiblemente la desilusión política ya lo había carcomido…en ese sentido se parece a muchos desilusionados actuales que depositaron sus sueños ideológicos en algún conjunto de ideas que se fueron al tacho de la basura”.

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