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Corte de Apelaciones condena al Banco de Chile por prácticas antisindicales

El tribunal de alzada capitalino falló a favor de los trabajadores al constatar que la entidad financiera incurrió en prácticas desleales y antisindicales durante la huelga y “no tuvo intensiones reales de llegar a una negociación anticipada con el sindicato Citibank, porque a pesar de ser el primer sindicato del Banco en solicitar la anticipación de la negociación colectiva, no se entregó por parte de la empresa propuesta concreta, escrita ni formal alguna durante todo el proceso de negociación colectiva”.


La Corte de Apelaciones de Santiago condenó al Banco de Chile a pagar una multa de seis millones de pesos por prácticas antisindicales durante la huelga legal que los miembros de uno de sus sindicatos realizó durante agosto del año pasado. Lo que corresponde al 0,0023 por ciento de los 253.257 millones de pesos que tuvo la empresa como utilidades durante los primeros siete meses de este año.

El lunes pasado, el tribunal de alzada capitalino falló a favor de los trabajadores al constatar que la empresa incurrió en prácticas desleales y antisindicales durante la huelga y “no tuvo intensiones reales de llegar a una negociación anticipada con el sindicato Citibank, porque a pesar de ser el primer sindicato del Banco en solicitar la anticipación de la negociación colectiva, no se entregó por parte de la empresa propuesta concreta, escrita ni formal alguna durante todo el proceso de negociación colectiva”.

Según el fallo, la institución financiera controlada por la familia Luksic, ejerció métodos de presión en contra de los miembros del sindicato para debilitar la negociación e incentivar a los trabajadores a deponer la huelga y reintegrarse individualmente a sus labores, “lo que en definitiva se logró puesto que se ha reconocido por quien absolvió posiciones en representación del demandado que alrededor de 600 trabajadores se reincorporaron, afectándose la capacidad de negociación del sindicato”.

De acuerdo a The Clinic, las presiones quedan de manifiesto al constatar que la empresa contrató fotógrafos para espiar a los participantes de la movilización. Aspecto que fue considerado por los magistrados de la Corte de Apelaciones: “Las máximas de la experiencia indican que el hecho de ser fotografiado un trabajador durante su participación en una huelga y sin tener conocimiento del destino o utilización de la fotografía, puede infundir en él el justo temor de ser objeto de represalias por parte de su empleador, poniendo el riesgo su fuente laboral, y el no considerarlo de tal modo resulta contrario a la sana crítica”.

De igual forma, amenazó con despedir a los trabajadores de Citibank —de propiedad del Banco de Chile— movilizados con quienes llegó a acuerdo el 28 de agosto del 2011. Durante el proceso de negociación, además la empresa creó una página web que ofrecía condiciones para el reintegro individual de los huelguistas, les envió mensajes de texto y contactó a sus teléfonos celulares personales «no solo para invitarlos a informarse a través de dicha página sino, además, instándolos a dicho reintegro bajo amenaza de despido».

De esta forma, se revierte un dictamen anterior del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago.

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