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ME-O: «No podemos hablar de calidad en la educación si dejamos a los profesores de lado»

ME-O: «No podemos hablar de calidad en la educación si dejamos a los profesores de lado»

El candidato presidencial afirmó que ha visto a apoderados de colegios exigir a los profesores resultados como si fueran clientes de empresas. Situación que calificó como «indignantes».


El candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami aseguró que no se puede hablar de calidad en la educación si se deja de lado a los profesores. «Nos han hecho creer que la idea de competencia es buena para todos los ámbitos. Desde mi perspectiva, puede ser buena en deportes y hasta en política, pero no es posible que hablemos de educación desde una perspectiva economicista», sostuvo el ex diputado.

«Instrumentos de medición de una supuesta calidad en la educación, como es el Simce, hace competir a los colegios, entregando ganadores y olvidando a los perdedores. Por tanto esta idea de calidad asociada a la competencia, da señales a nuestros hijos de un éxito que se relaciona con una mecanización del aprendizaje, en pruebas de selección múltiple, situación que se replica en la PSU y que no sirve para la vida», agregó.

“No es posible tomar una buena idea de crear ‘liceos de excelencia’, para dejar a los que no aplican a sus requerimientos en ¿liceos de ‘no’ excelencia?”, se cuestionó el precandidato. De esta forma, llegamos al problema de fondo. Nos hicieron creer en una idea equivocada: ‘la máxima felicidad al menor costo’. Así, nuestro problema es el poder ligado a una visión económica de todo, olvidando que debemos más que aprender a vivir, aprender a convivir, garantizando derechos universales, como es el derecho a recibir educación de calidad”, acotó ME-O.

Tras explicar el fenómeno de Finlandia en educación, Enríquez-Ominami, detalló que “debemos darle valor a las notas ponderadas, involucrando en ello a profesores y a todo el sistema educativo, porque no podemos hablar de calidad, excluyendo a los profesores. Desde mi perspectiva, estudiar pedagogía implica contenidos, valores y un alto valor vocacional, aunque hago la salvedad que estudios recientes, revelaron que más del 60 % de lo que aprenden los niños es fuera del aula, por ello, hay que tener cuidado con lo que ellos ven en televisión e internet. En definitiva, la educación es un tema cultural del que todos participamos”.

“En este contexto, una de las situaciones más lamentables que he presenciado, fue hace un tiempo cuando vi a una apoderada decir a un joven profesor ‘oye a mi hija no le gusta estudiar, ¿cómo vas a resolver este problema?’. Esto es indignante, desde toda perspectiva, principalmente porque los apoderados hoy se sienten clientes de un modelo que solo les da derechos”, comentó. “Debemos tener un sistema más justo, que incluya pruebas de selección para la educación superior, que sean territorializadas con agendas educativas locales y que dejen de lado, de forma paulatina, las pruebas nacionales indiferenciadas de selección múltiples de respuestas mecanizadas. Es importante avanzar hacia evaluar desarrollo de ideas y procesos en las respuestas”, argumentó.

“Muchos pueden pensar con ello que no creo en el mercado, pero están muy equivocados porque lo que yo planteo, es que el mercado no puede estar en todo, menos en educación. Es necesario por ejemplo que exista un arancel diferenciado en universidades privadas y gratuidad en las públicas. Con ello, quiero decir a quienes nos acusan de demagogia, que yo creo en la gratuidad sustentada en una reforma tributaria que de forma explicativa, asocio a la idea de nacionalización del cobre. En este tema, no creo que todas las empresas deban ser estatales, pero si la renta que producen debe pagar tributos y royalty para beneficio de todos los chilenos”, explicó.

“En nuestro país, la caridad mueve nuestros corazones y nadie podría discutir que la Teletón o un Techo para Chile son grandes iniciativas, reparando en que aún no erradicamos los campamentos y que un porcentaje minoritario de personas discapacitadas tienen acceso a la Teletón. Por ello, debemos hacer una reforma tributaria en serio, que de una ingreso permanente para responder definitivamente a estas necesidades de largo plazo, abordándolas como tema país y no dejándolas a la deriva y dependiendo de la caridad de nuestros compatriotas. El tema debe avanzar en cantidad y en calidad”, concluyó.

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