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Voces de Mujer: ¿Cómo graficar el abuso en Chile? BRAGA

Voces de Mujer: ¿Cómo graficar el abuso en Chile?

Andrea Lagos Ávila
Por : Andrea Lagos Ávila Escritora, periodista, licenciada en historia, y académica de Periodismo UDP
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En este libro, hablan chilenas de distintas religiones, etnias, clases sociales, edades, identidades sexuales, inmigrantes, mujeres de distintas profesiones, estudiantes, dueñas de casa, feriantes, trabajadoras de casa particular y altas ejecutivas, entre otras.


Cuando hace un par de años comenzamos a trabajar el libro que hoy tiene el nombre Voces de Mujer con la editorial, Penguin Randomhouse (sello Aguilar), supe que algo muy tremendo caía sobre mis espaldas. Confieso que, durante no pocos períodos, me paralicé.

Tenía que retratar del modo más diverso, variado y realista posible las diferentes dimensiones del abuso (y acoso) que enfrentamos las chilenas. La truculencia en el relato estaba descartada. Además, lo escribiría a partir de las historias de un grupo específico de mujeres que lo sufrieron. Ellas hablarían solamente en primera persona.

Fue complicado escoger quiénes serían las protagonistas de este libro. No quise ir a los casos mediáticos, tampoco bucear en las redes sociales donde resulta difícil chequear veracidad; solo me quedó utilizar el mejor recurso de una periodista: preguntar. Acudí al “boca a boca”, hice cientos de llamados, escribí en cadenas de Whatsapp de conocidas y desconocidas y colaboraron conmigo ex alumnos (UDP) con sus contactos e historias.

Cuando ubiqué a esas mujeres que completarían el puzzle y ellas se convencieron de exhibir sus historias, hubo que conocerlas y establecer una relación de confianza. Ellas hablaban y la periodista no interrumpía, solamente guiaba el relato.

En este libro, hablan chilenas de distintas religiones, etnias, clases sociales, edades, identidades sexuales, inmigrantes, mujeres de distintas profesiones, estudiantes, dueñas de casa, feriantes, trabajadoras de casa particular y altas ejecutivas, entre otras.

Está la polola que soporta los golpes de un novio reciente, la mormona que es violentada por su marido mormón, la mapuche que sufre agresiones –de todo tipo- desde la niñez hasta la madurez, la inmigrante peruana que enfrenta a su pareja ecuatoriana (un ex boxeador) y la joven q soporta el piropo cochino o los agarrones en la micro, en el metro y al exhibicionista que se le muestra en oscuridad. Está también la mujer de setenta y tantos, una lectora voraz a la que el marido, de recién casados, le quemaba en la chimenea sus libros (por rabia). Está la esposa del futbolista exitoso que sigue con él por no tener más opción -pese a los golpes- o esa que de niña fue abusada por el tío, por el padre o violada por el hermano mayor durante demasiados años.

Aparece también la publicista que fue acosada y que trabajó, a diario, con pautas machistas. Y la mujer de clase alta, tradicional, con siete hijos –que fue abusada psicológicamente por su marido por 30 años-  y después abandonada, con el agravante que él se ocupó de manipular a 5 de sus 7 hijos para que no la vieran más.  Está la treinteañera que cuenta qué es llegar al orgasmo por ahorcamiento y casi a morir en la cama con tu pareja. Aquí habla también la mujer lesbiana que antes estuvo casada con un hombre, quien se desquitó a puñetes con ella para arrebatarle a la hija de ambos. Estas son solo algunas de las 27 historias de vida.

Los relatos, que se entremezclan en cuatro partes, se inician en hogares con niñas con una bajísima autoestima. Algunos donde hubo violencia de padres a hija, otros con enfermizas críticas hacia el físico de las pequeñas (sobrepeso)…o hijas de madres o padres infieles públicamente. Están también aquellas que vivieron abandonadas en casas, generalmente en barrios acomodados, y con escaso contacto con sus padres. Casi todas esas niñas terminaron siendo abusadas en menor o mayor grado.

Algunas historias terminan mejor que otras. Al menos, todas ellas están vivas. Lograron arrancar y cortar el espiral y las dinámicas de abuso y de acoso. No todas, lamentablemente, lograron sanar.

En 2017 se inició el movimiento #MeToo en EEUU para expandirse globalmente y este libro pretende que mujeres, hombres, niñas, niños e, incluso, adultos mayores, comprendan profundamente, qué significa el abuso en Chile.

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