
Miel y salud femenina: cómo alivia los síntomas de la menopausia y aporta otros beneficios
Estudios y especialistas destacan que la miel no solo es un endulzante natural, sino también una aliada en la etapa de la menopausia. Sus compuestos antioxidantes, energizantes y hormonales ayudan a combatir sofocos, insomnio, fatiga y cambios emocionales.
En los últimos años, diversos estudios han comenzado a destacar los beneficios de la miel para la salud femenina, especialmente durante la menopausia. Investigaciones publicadas en la National Library of Medicine han demostrado que los polifenoles y flavonoides presentes en la miel pueden aliviar síntomas como la inflamación, el insomnio y el deterioro óseo, contribuyendo al bienestar general en esta etapa de la vida. Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a reducir el estrés oxidativo, que se incrementa en la menopausia.
Un tesoro natural para la salud femenina durante la menopausia
Durante la menopausia, muchas mujeres enfrentan síntomas como sofocos, insomnio, fatiga persistente, cambios emocionales y debilitamiento del sistema inmune. En este contexto, la miel se posiciona como un complemento nutricional altamente beneficioso. Según el sitio especializado labee.es, su consumo moderado puede aportar energía sostenida, mejorar el sueño, equilibrar el estado de ánimo y reducir los sofocos, gracias a sus antioxidantes, triptófano y fitoestrógenos naturales. La miel también refuerza el sistema inmunológico y alivia dolencias inflamatorias comunes en esta etapa
La miel es un alimento milenario con efectos comprobados, además de sus beneficios nutricionales, ha sido valorada desde tiempos antiguos por sus efectos terapéuticos.
La miel es un alimento ampliamente consumido a nivel mundial, estando asociada su ingesta principalmente a su gran poder endulzante. No obstante, Gabriela Lizana, Directora de Carrera de Nutrición y Dietética de UDLA Sede Viña del Mar, cuenta que desde sus inicios este producto ha sido utilizado para diversos fines, no solo alimenticios.
“Hay indicios que en la prehistoria la miel ya se utilizaba como conservante de alimentos como frutas, peces y otros tipos de carnes, y luego con fines cosmetológicos para elaborar velas, y para tratamientos médicos de diversas alteraciones cutáneas. Hipócrates, el padre de la medicina, la empleaba para el tratamiento de úlceras. Por tanto, las propiedades beneficiosas de este producto no constituyen un descubrimiento reciente”, detalla la académica, quien menciona que en las últimas décadas la ciencia ha profundizado en su estudio, permitiendo validar y respaldar mediante evidencia las propiedades nutricionales y los efectos positivos que su consumo moderado puede aportar a nuestra salud.
Composición nutricional de la miel: vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes clave para la salud
Si bien la calidad nutricional de la miel pura depende de varios factores, como, por ejemplo, el o los tipos de néctar que las abejas consumen de flores, por lo general contienen:
Azúcar simple: como glucosa y fructosa, encargadas de darle el sabor a la miel y que entregan energía de rápida utilización.
Vitaminas del complejo B: asociadas principalmente a la salud neurológica. Otorga energía, vitalidad, fortalece el sistema inmune.
Vitamina C: conocida por su gran poder antioxidante, que evita ciertos tipos de cáncer, el envejecimiento celular y fortalece el sistema inmune.
Minerales como calcio, potasio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, que ayudan a mantener la salud ósea, cardiovascular, la contracción muscular, regulación de la presión arterial, la cicatrización y regeneración del tejido. Posee propiedades antimicrobianas, por lo que tiene gran utilidad en el tratamiento de quemaduras leves y heridas cutáneas.
Polifenoles y flavonoides que poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Ideal para el uso coadyuvante en tratamiento de enfermedades autoinmunes inflamatorias como lupus eritematoso sistémica, artritis reumatoide, Síndrome de Sjögren, entre otras.
Otros beneficios del consumo moderado de la miel pura están asociado al tratamiento de la tos y dolor de garganta. “La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda su consumo como tratamiento natural, siempre y cuando sea para mayores de un año de edad, para evitar riesgo de botulismo infantil, asociado a las esporas de Clostridium botulinum. Dentro de los últimos estudios se ha evidenciado que la miel ayuda a la salud gastrointestinal, pues contribuye al equilibrio de la microbiota intestinal”, dijo la nutricionista.
La académica menciona que siempre es importante recordar que, si bien la miel es un alimento natural y funcional, con varios beneficios reconocidos para la salud por sus propiedades nutricionales, “sigue siendo una fuente de carbohidratos simples, por lo tanto, su consumo debe ser moderado y la recomendación de ingesta debe ser entregada por un profesional nutricionista de manera individualizada, donde se consideran múltiples factores personales, como por ejemplo, la composición corporal, estado fisiológico o patológico, edad, sexo, si hay alteración del metabolismo de la glucosa, nivel de actividad física, entre otros”.
Tomada en pequeñas dosis, la miel puede convertirse en un apoyo natural para mejorar la calidad de vida de las mujeres en etapa de climaterio. Ya sea en una infusión nocturna o como energía matinal, este alimento milenario sigue demostrando su vigencia como aliado de la salud femenina.