Publicidad
La robótica al rescate de la prensa pipiola, pelucona y estanquera del siglo XIX La Biblioteca Nacional pretende digitalizar hasta 500 mil páginas anuales

La robótica al rescate de la prensa pipiola, pelucona y estanquera del siglo XIX

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
Ver Más

Durante la organización de la República de Chile, también llamada período de los ensayos constitucionales o anarquía, los periódicos con orientación política tuvieron un gran apogeo. Hubo satíricos, serios, literarios y costumbristas. Una gran colección de estos y en especial aquellos de gran formato (de cerca de un metro) por primera vez estarán a disposición del público en formato digital, luego que la Biblioteca Nacional adquiriera equipos de última generación, tales como un robot de escaneo de alta productividad.


Robot Kirtas Kabis I

Hace 186 años, un día como hoy, 20 de diciembre de 1827, el diario El Hambriento, editado en Santiago, debutaba en la capital con una clara intención de mostrarse neutro ante un caldeado escenario político, que después la historia llamó como período de la «Anarquía». Eran los tiempos de pelucones, pipiolos y estanqueros y El Hambriento prometía no ser condescendiente con nadie, presentándose en su primer número como un marginal, como si se tratase de una voz en off, una opinión omnipresente de un santiaguino, un descalzado y muerto de hambre que miraba desde la acera del frente el devenir político recientemente sacudido por el fracaso del sistema liberal de José Miguel Infante.

«Hablar claro, clarito y muy clarito, caiga donde cayere, duélale a quien le doliere y pésele a quien le pesare. U, no se fatigue de averiguar mi partido, mi opinión ni mi facción. No soy pelucón, pipiolo o estanquero. Para lo primero soi pobre y sin egoísmos, para lo segundo soi mui cobarde, carezco de impavidez y de instrucción necesaria para contarme en el número de directores de la patria. Y para lo tercero no soi caña de trigo ni cebada para formar gavilla y no me quiero nada por chalanes a quienes todo el día les dan la mala palabra».

hambrientoCon pretensiones de ser un medio de centro y autodefinido como «papel público sin periodo, sin literatura, impolítico, pero provechoso y chusco» con el pasar de los días mostró su cara. Detrás de él estaba Diego Portales, líder de los estanqueros, cuya misión del diario era atacar sin contemplaciones a sus más grandes opositores, los pipiolos.

Diarios como El Hambriento y otros ejercicios editoriales del s. XIX han formado parte, desde sus inicios, de la gran colección de archivos históricos y periodísticos de la Biblioteca Nacional. Varios de estos son diarios de gran formato, imposibles de leer ( o de doblar) en su propio tiempo al tener cerca de un metro de largo y casi imposibles de leer hoy por su delicado estado. Y es «casi» porque la situación está cambiando. El departamento de Memoria Chilena desde hace algunos años comenzó la digitalización de estas obras para acercar su contenido a lectores, investigadores y público en general, pero ahora la eficacia se va a multiplicar debido a la adquisición de modernos equipos con tecnología robótica.

Periódico satírico El padre Padilla

Periódico satírico El Padre Padilla

«Aún estamos en etapa de aprendizaje y exploración de los alcances y desafíos de los nuevos equipos, no obstante, esperamos triplicar nuestra capacidad de producción. Es decir, si hasta el 2013 digitalizábamos 150 mil páginas al año, esperamos cerrar el 2014 con cerca de 500 mil páginas, que serán publicadas ya sea en Memoria Chilena o en la Biblioteca Nacional Digital» cuenta Daniela Schütte, coordinadora de Memoria Chilena.

En el marco de los 200 años de la Biblioteca Nacional, en noviembre se concretó la habilitación de un nuevo laboratorio de digitalización en dependencias de la Biblioteca, el que fue acondicionado para incorporar a sus instalaciones un robot de escaneo automático de alta productividad de la marca Kirtas Technologies Inc. (Kirtas Kabis I) y un scanner para mapas y obras de gran formato (Digibook Suprascan A0).

El Ferrocarril (2)

Con estos equipos se podrá concretar un viejo anhelo que es acercar al público periódicos que se habían mantenido fuera del alcance de la consulta pública, debido a la dificultad de digitalización por su gran tamaño. Un ejemplo de esto es el periódico El Ferrocarril (1855-1910), que nació como un órgano de apoyo a la administración presidencial de Manuel Montt, pero su vida e importancia se extendió por varias décadas luego de terminado dicho gobierno, en 1861. En sus páginas se reflejó la pugna entre los intereses laicos y católicos que vivía el país a mediados del siglo XIX, contribuyendo en parte a originar las condiciones para el nacimiento del Chile liberal posterior a 1870. Esta postura se vio reforzada por la colaboración regular de intelectuales liberales como Benjamín Vicuña Mackenna, Miguel Luis Amunátegui y José Victorino Lastarria.

 Varios de sus números rozan el metro de altura, condición compartida con otras publicaciones periódicas editadas durante el siglo XIX y principios del XX en el país, como El Mercurio de Valparaíso (con tomos que alcanzan los 83 centímetros), su homólogo de Santiago (que llega a los 75 centímetros) y El Diario Ilustrado (con hasta 70 centímetros).

Fernando Urízar Garfias, 1804-1876

Fernando Urízar Garfias, 1804-1876

«La digitalización se realizará de acuerdo a los criterios de selección de digitalización utilizados por la Biblioteca Nacional de Chile, estos son: valor documental intrínseco de cada documento, estado de conservación y demanda de los usuarios. A los que se suma priorizar el dominio público. Ahora bien, dada la especificidad de los nuevos equipos, tenemos dos focos fundamentales. En cuanto al robot de digitalización masiva, especial para la digitalización de tomos empastados. En cuanto al scanner para grandes formatos, tenemos en mente, además, la digitalización de cartografía chilena, muy demandada por nuestros usuarios» explica Daniela.

La sátira

Dentro de la riqueza editorial del fines del siglo XIX está la gran colección de láminas satíricas publicadas en diferentes pasquines de la época, que hoy se encuentra digitalizada. El género satírico decimonónico en Chile alcanzó su máxima expresión en la vida y obra de Juan Rafael Allende, el que como autor de sainetes, novelas y poemas, y editor de periódicos humorísticos, desplegó todo su ingenio y destreza literaria para hacer escarnio de la clase política, la Iglesia y los estratos dominantes de la sociedad. En 1875 fundó el periódico El Padre Cobos, en el que contó con la colaboración de importantes ilustradores, como Luis Fernando Rojas y Benito Basterrica y durante la Guerra del Pacífico colaboró con el Ministerio de Guerra redactando libretos destinados a elevar la moral de la población y las tropas, y utilizando la burla en contra de los países adversarios y sus gobernantes.

Arroz con papas i papas con arroz. Periódico satírico El Padre Padilla.

Arroz con papas i papas con arroz. Periódico satírico El Padre Padilla.

Terminado el conflicto y afiliado al Partido Demócrata, Juan Rafael Allende publicó un nuevo periódico satírico, El Padre Padilla, que a diferencia de su antecesor, dio mayor énfasis a los problemas sociales y denunció la intromisión de intereses económicos en los asuntos de Estado y las prácticas antidemocráticas de los gobiernos de turno.

 

Publicidad

Tendencias