Publicidad
Frank Stella, Chile y el Museo de la Solidaridad Salvador Allende

Frank Stella, Chile y el Museo de la Solidaridad Salvador Allende

En los últimos años el MSSA, consciente del valor y complejidad de su historia y colección -y del desconocimiento público al respecto- ha desarrollado un trabajo de difusión de sus obras de la mano de la investigación de sus archivos y de las obras mismas. Para develar dicho proceso se generó el micro espacio de exposiciones Muro Colección, de rotación trimestral, que en la actualidad despliega una muestra dedicada a Stella y los proyectos que continuó trabajando con el Museo, recuperada la democracia en Chile.


Una de las obras más emblemáticas de la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) es la pintura, Isfahan III (1968) de la serie Protractor, donada por el norteamericano Frank Stella al Museo de la Solidaridad en 1972, siendo este aporte uno de los primeros vínculos que el artista tuvo con Chile.

En los últimos años el MSSA, consciente del valor y complejidad de su historia y colección -y del desconocimiento público al respecto- ha desarrollado un trabajo de difusión de sus obras de la mano de la investigación de sus archivos y de las obras mismas. Para develar dicho proceso se generó el micro espacio de exposiciones Muro Colección, de rotación trimestral, que en la actualidad despliega una muestra dedicada a Stella y los proyectos que continuó trabajando con el Museo, recuperada la democracia en Chile.

Dos años después de la gran retrospectiva de 1970 realizada por el MoMA, Frank Stella dona su monumental obra al Museo de la Solidaridad, en apoyo al proyecto político de la Unidad Popular gracias a la gestión de la connotada crítica de arte Dore Ashton, miembro del Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile (CISAC).

Tras la reinstalación del museo en Chile, Carmen Waugh, directora del MSSA desde 1991 al 2005, inició la labor de reunir las colecciones del Museo de la Solidaridad y de los Museos de la Resistencia, y verificar la existencia de todas las obras que fueron donadas en ambos periodos fundacionales. Fue en el contexto de la investigación de las obras faltantes del envío estadounidense de 1972, que Waugh viaja a Nueva York en diciembre de 1992, donde se entrevista con Dore Ashton y visita a Frank Stella en su taller, particularmente para abordar el estado de conservación de su obra y conocer sus recomendaciones al respecto.

Tras ese encuentro, a comienzos de 1993, Stella envía una carta a Waugh, acompañada de un dossier de fotografías con proyectos recientes que propone específicamente para el MSSA, uno arquitectónico y otro escultórico. El primero es nada menos que un edificio para el funcionamiento del museo, el otro una escultura para el espacio público. Ambos quedaron en carpeta por falta de financiamiento

El 2000 el MSSA inauguró su nueva sede ubicada en la intersección de las calles Herrera y Compañía. La ceremonia oficiada el 20 de marzo, fue encabezada por el Presidente Ricardo Lagos; Hortensia Bussi, viuda de Salvador Allende; y Carmen Waugh, directora del Museo. Entre los invitados se encontraba Stella, quien finalmente pudo reencontrarse con su obra y conocer el MSSA.

Después de esta visita, la idea de realizar una exposición en Chile, Argentina y Brasil, empieza a tomar cuerpo, según consta en la correspondencia de nuestro archivo de 2001 y 2004, entre Stella, Waugh y Ed Shaw, crítico, curador, coleccionista y amigo del artista, residente en Chile. En las comunicaciones entre Shaw y Stella, este último menciona su interés por realizar una escultura pública de gran formato en uno de estos países y de exhibir una parte de su muestra en el MSSA, pero nuevamente estos planes no prosperaron por falta de recursos.

En noviembre 2004, Waugh, sabiendo que Stella viajaría a Chile el año siguiente a inaugurar la exposición Moby Dick Series en el Museo Nacional de Bellas Artes, lo invita a realizar una actividad en el MSSA. Es así como en abril del 2005, Stella realiza una charla gratuita en el taller de grabado del MSSA, a la cual se invitó a un grupo de artistas y profesores vinculados a las artes gráficas, con quienes compartió su experiencia con el grabado y el trabajo de colaboración con su impresor, Kenneth Tyler.

Una rápida revisión nos permite reconocer a un Frank Stella cercano y presente en la historia de más de 40 años del MSSA y de Chile; un artista vinculado a los procesos políticos y artísticos del país, desde la década del setenta a la fecha; aspectos, todos estos, que se pueden revisar por estos días en un museo que siempre ha sido pensado para acercar el trabajo de los más importantes artistas de las artes visuales del mundo al pueblo de Chile.

Claudia Zaldívar

Directora

Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA)

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias