CULTURA
El artista visual chileno Alfredo Jaar aseguró esta semana en Lisboa que el arte consiste en un «esfuerzo constante» que tiene por objetivo «cambiar la realidad».
En una conferencia impartida en el Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología (MAAT) de la capital portuguesa, Jaar afirmó que el trabajo de un artista es «crear percepciones» de la realidad para conseguir dichas modificaciones en el planeta.
El chileno se definió como un «arquitecto haciendo arte» y consideró que el contexto lo es todo en su día a día: «No actúo en el mundo sin haberlo entendido antes», añadió.
Jaar expuso algunos de sus proyectos, todos ellos con un potente mensaje social, como un pequeño cubo de papel que muestra la playa turca en la que falleció un niño refugiado kurdo cuando trataba de llegar a la orilla.
En esta línea, también explicó su trabajo «Un millón de pasaportes fineses», que sirvió como protesta por las prohibitivas políticas migratorias del Gobierno de Finlandia.
En Montreal (Canadá), se le encargó la reforma de la cúpula del antiguo Parlamento, que había sido destruido cinco veces a causa de incendios.
Como respuesta, decidió instalar 10.000 vatios de luces rojas, cuyos interruptores estaban situados en tres refugios de los alrededores y se encenderían por un segundo cada vez que una persona sin hogar apretase el botón.
«Todos los medios lo cubrieron y los sin techo volvieron a convertirse en personas», denunció irónicamente el chileno, quien apuntó que el color rojo se eligió para representar tanto el fuego de los incendios como a las 15.000 personas sin hogar que hay en la ciudad canadiense.
Otras obras exhibidas fueron «Umashimenkana» («Traeremos nueva vida», en japonés), en la que recogió cuatro pizarras y las tizas encontradas en una escuela japonesa destruida por el terremoto de 2011; o el museo creado exclusivamente con papel en la colonia industrial de Skoghalls (Suecia).
La visita de Jaar a Lisboa se enmarcó en las actividades del Festival de Cine Arquitecturas con Chile como principal país invitado.
